Después de que el hipódromo de Nürburgring fuera adquirido hace unos meses por el fabricante alemán de autopartes Capricorn por 77 millones de euros (96 millones de dólares), parece que la famosa pista de carreras volvió a encontrar un nuevo dueño. Esta vez, un multimillonario ruso ha comprado los derechos de explotación del autódromo. Se trata de una nueva trama en la historia de Nurburgring, que parece atraer a cientos de pilotos cada semana, pero que no consigue rentabilizar adecuadamente su potencial.
El sitio de noticias alemán Wirtschafts Woche informa de que Capricorn podría haber vendido su parte a NH Holding, propiedad de Viktor Kharitonin, de 41 años. El multimillonario farmacéutico ruso que, según Forbes, ocupa el puesto 1.342 entre los hombres más ricos del mundo. No está mal para un entusiasta del automóvil. También demuestra que, sin duda, hay interés por invertir en este tipo de empresas orientadas a las carreras.
Nürburgring es un complejo automovilístico con capacidad para 150.000 personas en los alrededores de la localidad de Nürburg, en Renania-Palatinado (Alemania). Este circuito está situado a unos 70 km (43 mi) al sur de Colonia y a 120 km (75 mi) al noroeste de Fráncfort. Cuenta con un circuito de carreras de Gran Premio construido en 1984, y un antiguo circuito de «bucle norte» mucho más largo que se construyó en la década de 1920 alrededor del pueblo y el castillo medieval de Nürburg, en las montañas de Eifel.
El bucle norte tiene 20,8 km de longitud y más de 300 metros de desnivel entre sus puntos más bajos y más altos. Jackie Stewart apodó a la antigua pista «El Infierno Verde», y está ampliamente considerada como el circuito de carreras más exigente y difícil del mundo. Como se recordará, un grupo de pilotos profesionales perdió sus dientes durante carreras, eventos y otras formas de competición en la misma pista anteriormente.
Originalmente, el circuito contaba con cuatro configuraciones: la Gesamtstrecke («pista completa»), de 28,265 km, que a su vez estaba formada por la Nordschleife («curva norte»), de 22,810 km, y la Südschleife («curva sur»), de 7,747 km. También había un bucle de calentamiento de 2,281 km llamado Zielschleife («Bucle de llegada») o Betonschleife («Bucle de hormigón»), alrededor de la zona de boxes.
El circuito de Nürburgring es respetado y apreciado tanto por los pilotos profesionales como por los aficionados.
Queda por ver cuánto tiempo mantendrá el actual propietario esta preciada joya del patrimonio automovilístico; sabemos que el circuito seguirá entusiasmando a millones de pilotos de todo el mundo, siendo para muchos uno de los elementos de la lista de deseos.