El actual BMW M3 ha sido criticado cuando se lanzó por primera vez debido a su juguetón eje trasero. Uno de los motivos de esa cola alegre es el motor turboalimentado que entrega su par de forma bastante brusca en comparación con las unidades atmosféricas que solían tener los coches M, y eso desconcertó a algunos. Hasta cierto punto, sus quejas estaban justificadas pero, de nuevo, estamos hablando de sólo 430 CV. ¿Qué pasaría si el mismo coche se llevara hasta los 700 CV?
Los chicos de Pure Turbos se pusieron a trabajar en cuanto se lanzaron los nuevos modelos M3 y M4. Su objetivo era crear un conjunto de turbocompresores que sustituyeran a los de serie y llevaran la potencia del motor S55 de 3 litros biturbo a cotas considerablemente más altas. El resultado final, después de años de puesta a punto, es que el motor de seis cilindros en línea rinde 700 CV. Esto se consigue utilizando nuevos turbos más grandes que, según dicen, se ponen en marcha más rápidamente que los originales.
Además, según la descripción del vídeo, se pueden ajustar con el teléfono, lo que implica la inclusión de un módulo Wi-Fi que permitiría ajustar el nivel de impulso producido. Para mostrar su creación, los chicos de Pure Turbos participaron en un evento de carreras de aceleración organizado por SCC500. Por suerte para ellos, todas las carreras se hicieron desde una salida rodada, lo que definitivamente ayudó a mantener los derrapes bajo control.
Al final, el M3 pareció pisotear todo lo que le lanzaron. Empezando por enfrentarse a un Nissan GT-R, a un Porsche 911 Turbo, a varios Corvettes, a un Ferrari e incluso a lo que parece un E63 AMG T-Modell, el M3 de 700 CV parece superarlos a todos. Por desgracia, no tenemos imágenes de la línea de meta, pero podemos hacer suposiciones sobre quién ganó por las imágenes que tenemos a mano. No obstante, esta cosa es rapidísima y es bastante impresionante cómo el conductor consigue mantener la potencia a raya con su pie derecho.