La turboalimentación de los coches más antiguos es una forma bastante sencilla de mantener a su amado coche antiguo al ritmo de los artilugios modernos. Cuando se trata de coches de alto rendimiento como el BMW E36 M3, por ejemplo, los resultados pueden ser aún más impresionantes. El motor S50B32 de 3,2 litros tiene un gran potencial en este sentido, aunque los ingenieros de Munich probablemente no lo construyeron desde el principio pensando en esa posibilidad.
Hemos visto varios M3 tuneados que utilizan la inducción forzada para adelantarse a la competencia, pero lo que tenemos hoy aquí es uno de los ejemplos más extremos que existen. Bajo el capó de este Bimmer se esconde una serie de nuevas piezas que elevan la potencia hasta los 670 CV y los 800 Nm (590 lb-ft) de par. Además, es manual, lo que significa que los cambios de marcha deben ser una alegría y una maldición al mismo tiempo, sabiendo que si te equivocas, puedes acabar en la cuneta.
Afortunadamente, en el vídeo que tenemos aquí, ese no es el caso, ya que el conductor parece saber lo que está haciendo. En el otro lado de la pista de aceleración tenemos un supercoche de verdad en forma de McLaren MP4-12C Spider. Lanzado en 2012, el 12C era la punta de la lanza de McLaren con unas especificaciones a la altura. Su V8 turboalimentado de 3,8 litros rinde 625 CV y 600 Nm (443 lb-pie) de par motor. Además, es bastante ligero, ya que sólo pesa 1.376 kg, lo que también juega a su favor tanto dentro como fuera de la pista.
Sin embargo, el BMW parece tenerla cuando se trata de la potencia del motor. Por otra parte, uno de los coches es un supercoche desarrollado por los británicos con una caja de cambios automática de 7 velocidades, mientras que el otro es una máquina bávara modificada por un entusiasta de las cajas de cambios manuales, por lo que el resultado final es bastante difícil de adivinar desde el principio. Como se puede ver en el vídeo, los dos no están tan alejados en términos de rendimiento, ya que el Bimmer da una buena pelea.