Cuando se trata de los tres fabricantes premium alemanes -BMW, Audi y Mercedes-Benz-, todos comparten similitudes y profundas diferencias en una amplia gama de campos. Una de las diferencias más discutidas entre ellos, y que se ha puesto de manifiesto de forma más destacada en los últimos años, es el funcionamiento de sus sistemas de tracción total. La razón de este acalorado debate se esconde en la moda de los SUV que se ha apoderado del mundo en estos días. Entonces, ¿qué es mejor? BMW xDrive o Audi quattro cuando se trata de salir de situaciones resbaladizas?
El vídeo que aparece a continuación trata de encontrar una respuesta pero, a decir verdad, no importa lo que sugiera, el debate continuará. Los fans de uno y otro bando llevan discutiendo desde que BMW introdujo el xDrive por primera vez y lo más probable es que las discusiones continúen a lo largo de los años. Pero para entender lo que estamos viendo, tenemos que entender cómo funcionan ambos sistemas y en qué se diferencian, empezando por la filosofía que hay detrás de ellos.
El sistema xDrive de BMW se divide en dos categorías, dependiendo de la plataforma sobre la que se construye el coche que lo utiliza. En los coches construidos sobre la plataforma UKL, como el nuevo X1, el sistema de tracción total envía potencia a las ruedas delanteras la mayor parte del tiempo, mientras que envía algo al eje trasero cuando se detecta deslizamiento. Es una forma simplificada de expresar las cosas, pero en general explica cómo funciona el sistema xDrive.
En los coches construidos sobre la plataforma CLAR, el sistema xDrive está configurado para ser de tracción trasera. La mayor parte de la potencia se envía a las ruedas traseras, mientras que un embrague multidisco inteligente controlado electrónicamente envía potencia al eje delantero en caso de que los sensores del coche detecten que es necesario hacerlo. Utiliza un ordenador para analizar las condiciones de la carretera cada 0,1 segundos y puede enviar hasta el 100% de la potencia del coche a un eje. Este sistema es el que utiliza el modelo BMW 530i xDrive que aparece en el siguiente vídeo y, como podemos ver, funciona bastante bien. Actualmente, todos los SUV de BMW también utilizan este sistema, excepto el X1 y el X2.
En cuanto a Audi, los sistemas quattro utilizaban inicialmente una configuración mecánica que hacía que la potencia se repartiera por igual entre los dos ejes. La tecnología Torsen utilizada inicialmente significaba que el coche enviaba cantidades iguales de potencia del motor a los dos ejes, pero cambiaba las proporciones si se detectaba deslizamiento en una de las ruedas. El par se enviaba entonces al eje que más lo necesitaba, de ahí su nombre. Los sistemas actuales son más complicados y, en la mayoría de los coches, se han fusionado en una versión compleja de la solución Haldex, que puede aplicarse en modelos con motores transversales, mientras que Torsen sólo puede utilizarse en coches con unidades montadas longitudinalmente.
No obstante, el vídeo que aparece a continuación muestra algunos inconvenientes de las actuales soluciones de tracción total de Audi. A decir verdad, la comparación no es exactamente justa, ya que el Audi A6 que se muestra aquí es un coche de una generación anterior en comparación con el Serie 5 al que se enfrenta. Dado que hoy en día la mayor parte del trabajo lo realizan los sensores, la ventaja que muestra el BMW aquí puede deberse a la tecnología más reciente. No obstante, es una comparación interesante.