Cuando BMW celebró su centenario, el grupo bávaro quiso celebrar la ocasión con la presentación de conceptos futuristas. Así, tenemos los conceptos Vision de las tres marcas: BMW, MINI y Rolls-Royce. Cada uno de ellos pretendía ofrecer una visión del futuro automovilístico de la marca. El concepto basado en Goodwood fue bautizado como Rolls-Royce 103EX.
Presentado en 2016, el Rolls-Royce 103EX ha partido desde entonces en una gira mundial, pero la semana pasada, el 103EX finalmente regresó a casa después de casi cuatro años en la carretera. Rolls-Royce marcó la ocasión con unas cuantas fotos de lo que es realmente una interesante visión de cómo evolucionarán los coches de lujo en las próximas décadas. La marca Rolls-Royce no podía desmarcarse de lo que parece inevitable en el futuro: la completa autonomía de los coches. En este sentido, en comparación con la marca BMW, por ejemplo, los vehículos autónomos tienen mucho más sentido con el Espíritu del Éxtasis sobre la parrilla del Panteón.
Torsten Müller-Ötvös, Director General de Rolls-Royce Motor Cars, ha declarado:
«Estamos encantados de dar la bienvenida al 103EX a Goodwood. Después de casi cuatro años de servicio internacional, pensamos que era el momento de que el modelo experimental volviera a casa. Es una oportunidad para que los que trabajaron en el proyecto revivan algunos grandes recuerdos, y para que las personas que se han unido a nosotros más recientemente descubran uno de los coches más importantes que hemos construido.»
«Como nuestro primer vehículo eléctrico totalmente autónomo, el 103EX fue una enorme declaración de intenciones. En su innovación técnica, demostró de forma inequívoca que Rolls-Royce considera la energía eléctrica como el futuro de la propulsión automovilística. También demostró nuestra visión radical de una movilidad de lujo sin esfuerzo, autónoma, conectada, espaciosa y hermosa, con cada coche tan individual como el propio cliente», añadió Müller-Ötvös.
Así pues, lo que la marca de lujo ha hecho con el Rolls-Royce 103EX ha sido personalizar realmente la conducción y eliminar el componente humano, aunque el resultado es el mismo: llegar a tu destino con estilo y sin esfuerzo. El impresionante exterior, con una elegante capota de concha de almeja y una puerta de autocar, permite a los pasajeros simplemente levantarse y salir del vehículo, garantizando que sean la imagen del refinamiento y el buen gusto allá donde lleguen.
Aprovechando su herencia en la construcción de autocares, Rolls-Royce ha desarrollado el «Personal Vision», que ofrecerá carrocerías únicas, una exquisita artesanía y los mejores materiales, todo ello en una plataforma de cero emisiones.
También es interesante que, en la actualidad, la mayoría de los coches de Rolls-Royce son autónomos, es decir, tienen un chófer al volante que no requiere ningún esfuerzo por parte del propietario. ¿Seguirá siendo así en el futuro? Está por ver.