La tecnología se desarrolla a un ritmo tan rápido que a las industrias más antiguas les resulta difícil seguir el ritmo. Así se puede resumir una reciente entrevista para Automotive News Europe con el Jefe de Ventas y Marketing de BMW, Ian Robertson. En declaraciones a la publicación en su congreso anual, el británico advirtió que la industria automovilística en su conjunto debe adaptarse a la nueva forma de interactuar de las personas y a la nueva tecnología, o pronto podría quedar obsoleta.
«En nuestra opinión, los próximos 10 años van a implicar probablemente más cambios y más dinámica que la que hemos visto en los últimos 100. El reto para nosotros como industria es: No disfrutéis del agua tibia, porque no va a acabar bien», dijo a los participantes. «En 2003, había 6.300 millones de personas y 500 millones de smartphones. Lo que se ve ahora es que muy, muy pronto vamos a tener cuatro o cinco dispositivos por cada persona del planeta; eso te dice que algo ha cambiado y ha cambiado muy rápido», añadió.
Y eso es realmente un pensamiento preocupante. El mundo cambió por varias razones, pero la nueva tecnología, que avanza a un ritmo nunca visto, está cambiando todos los aspectos de nuestra vida, y la industria del automóvil también se verá afectada. La gente no compra tantos coches como antes, en parte por el increíble tráfico que padecemos -siendo más rentable utilizar el transporte público- y en parte porque tienen alternativas.
La mayoría de los compradores prefieren comprar por Internet, por ejemplo, reduciendo así el tiempo que pasan en el tráfico para dirigirse a los centros comerciales/tiendas donde se encuentran sus productos y reduciendo su necesidad de coche. Además, el auge de empresas como Uber está revolucionando el negocio del transporte, mientras que otras start-ups también están empezando a centrarse en la movilidad del futuro.
«Si vas a Silicon Valley, y estuve allí hace un par de semanas, el 50% de todas las startups del año pasado tenían algún tipo de movilidad en su título, el 50%. Muchas de ellas se estrellarán y arderán, pero unas pocas saldrán del otro lado», dijo Robertson.
Y tiene toda la razón, una de las empresas más rentables del mundo ahora mismo, Uber, valorada en 63.000 millones de dólares, es una de ellas.
Pero este no es el único aspecto preocupante sobre el futuro. La tecnología está avanzando tan rápido que mucha gente está empezando a pedir más funciones dentro de sus coches, más rápido. Por eso, el tradicional plazo de 7 años de producción de un modelo se está convirtiendo rápidamente en algo del pasado, ya que los fabricantes se ven obligados a actualizar sus coches mucho antes estos días.
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