Como habrás notado, las carreras de simulación están despegando. Algunos dirán que todo esto va a desaparecer en el momento en que se reanuden las carreras, pero ¿alguien puede ofrecer una estimación de cuándo podría ocurrir eso? Por lo tanto, las carreras de simulación han llegado para quedarse y la gente las ha adoptado a gran escala.
Hoy echamos un vistazo a cómo se compara el reino virtual con el real, según uno de los ingenieros de BMW Motorsport.
Jeroen den Boer lleva bastante tiempo ocupándose de los coches de carreras de BMW. Empezó corriendo con coches GT3 y ahora está trabajando en el desarrollo del nuevo BMW M4 GT3.
Sin embargo, durante este parón, empezó a correr de nuevo, gracias a los diversos eventos de sim-racing que se celebran en todo el mundo.
Según él, a pesar de su vasta experiencia tanto al volante como bajo el coche, al principio necesitó algunos consejos de los corredores profesionales de sim racing, para configurar su coche virtual en consecuencia.
«En el simulador, puedes configurar todo lo que podría ocurrir en la realidad: chasis, aerodinámica, presión de los neumáticos… todo», explicó den Boer. «Por regla general, la puesta a punto es completamente abierta, por lo que puedes configurar un número increíble de parámetros. Eso no es tan fácil, y hay que saber lo que se hace».
La configuración de todo en los circuitos reales requiere muchas carreras de práctica, en las que los pilotos dicen a den Boer lo que necesitan cambiar. En el ámbito virtual, como él es el piloto y el ingeniero, las cosas van un poco más rápido, pero la gama de ajustes disponibles en las carreras de simulación es comparable.
En cuanto a la estrategia de carrera y los datos recogidos, los dos enfoques son prácticamente idénticos. «Conduje una carrera de cuatro horas en el Nordschleife con un colega. Tuvimos que discutir las tácticas, calcular el consumo de combustible y determinar la estrategia de los neumáticos; fue muy divertido.
Habíamos calculado que el líder cruzaría la línea de meta antes de que se cumpliera el tiempo de la carrera, lo que significaba que aún teníamos que dar una vuelta más. Teniendo esto en cuenta, pusimos más combustible, lo que nos permitió adelantar a algunos coches que se habían quedado sin combustible en Döttinger Höhe al final de la carrera. El ingeniero que hay en mí salió a relucir esa vez», dijo den Boer.
En cuanto al análisis de datos, los paralelismos entre las carreras de simulación y el automovilismo real son igualmente sorprendentes. «Al igual que en la realidad, puedes superponer y analizar los datos de telemetría de diferentes pilotos», dijo den Boer.
«¿Dónde estoy frenando demasiado pronto o demasiado tarde? ¿Dónde debo seleccionar una marcha diferente? Estos datos son idénticos a la realidad. Incluso se puede utilizar el mismo programa para el análisis de los datos. Eso es realmente genial». Sin embargo, por muchas similitudes que haya, hay una diferencia esencial entre las carreras de simulación y las reales:
«Si te equivocas, no puedes simplemente pulsar el botón de reinicio e intentarlo de nuevo en el circuito real. El coche está roto».
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