BMW estudia «definitivamente» la posibilidad de fabricar un superdeportivo híbrido

Las conversaciones sobre un posible superdeportivo con el emblema azul y blanco han estado presentes durante la mayor parte de los últimos 30 años. BMW nunca ha fabricado realmente un supercoche, a no ser que se considere al M1 como tal, e incluso entonces, todo se hizo con la ayuda de otros. Sí, el M1 escribió la historia, pero desde entonces se ha convertido en la propia historia. ¿Cuánto falta para que veamos un nuevo supercoche de BMW?

Esta es probablemente la pregunta que más se hace a los responsables durante las entrevistas de prensa, y con razón. Los alemanes nos han estado tomando el pelo últimamente, mostrando lo mucho que pueden conseguir con coches como el BMW i8, por ejemplo, que utilizando un motor más bien pequeño puede registrar cifras increíbles. A la luz de estos ejemplos, es natural que los fans de la marca empiecen a soñar con algo más.

Si añadimos el hecho de que existen hipercoches híbridos como el Porsche 918 Spyder y el McLaren P1, que se han convertido en auténticos iconos de los carteles de la habitación, es difícil para nosotros, los aficionados, admitir que BMW no tiene nada que hacer frente a ellos. Sin embargo, todo esto se tiene en cuenta, como señala una reciente entrevista.

Hablando con la revista australiana Drive en el reciente Salón del Automóvil de Nueva York a principios de este mes, el vicepresidente de ventas y marketing de BMW M, Peter Quintus, nos ofreció por fin un rayo de esperanza. A diferencia de otros responsables que suelen limitarse a negar que BMW pueda estar interesada en un nicho de este tipo, Quintus admitió que se está pensando en hacer un superdeportivo de este tipo, pero que hay que tener en cuenta todos los factores y también hay que disponer del dinero necesario para desarrollarlo.

«En este momento, nuestras prioridades están en otros asuntos. Los dos grandes factores más allá son nuestra capacidad de desarrollo y también la inversión necesaria. Nos encantaría hacerlo. A nuestros ingenieros les encantaría hacerlo. Pero tiene que haber dinero para hacerlo», dijo Quintus.

A continuación, confirmó que ya existe un concepto y que debería ser, al menos, un híbrido enchufable: «¿Implicaría una tecnología híbrida? Sí, no podría quedarse en un enfoque convencional. Debería ser al menos un plug-in (eléctrico). Tenemos conceptos. Si mañana dices, adelante, ya sabemos cómo sería».

Pues bien, si el i8 es un indicio de lo que se puede conseguir, si el proyecto recibe luz verde deberíamos estar ante una máquina bastante impresionante. También significaría que BMW tendría un rival adecuado para el próximo hipercoche inspirado en el F1 de Mercedes, que al parecer ya se ha agotado.

Fuente: Drive

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