Los coches Rolls-Royce son una rara avis en la vía pública. Y es comprensible, ya que la empresa de lujo sólo fabrica unos pocos miles al año. Además, los modelos Bespoke son aún más raros, aunque un número creciente de coches Rolls-Royce se someten a ese tratamiento.
La compañía tuvo que cerrar su planta de Goodwood durante unos meses en el segundo trimestre de 2020, debido al Coronavirus. La industria automovilística en su conjunto estaba y sigue estando en una situación desesperada en estos momentos, ya que las ventas han caído en picado. Sin embargo, se pueden observar algunos comportamientos interesantes de los clientes si se revisan cuidadosamente los últimos 12 meses. Según Rolls-Royce, el año pasado se registraron los niveles más altos de artesanía Bespoke por coche jamás vistos, lo que demuestra que los clientes probablemente intentaron aliviar su tristeza con un coche bien configurado.
«El Colectivo Bespoke alcanzó nuevas cotas de grandeza en 2020, y el hecho de que lo hiciera en un contexto de numerosas limitaciones y retos sin precedentes hace que sus logros sean aún más impresionantes. Nunca antes habíamos visto tales niveles de detalle Bespoke en cada encargo, lo que demuestra que los clientes de Rolls-Royce de todo el mundo han buscado consuelo en la creatividad, encargando artículos de lujo introspectivos que superarán la prueba del tiempo para convertirse en legados duraderos y conmovedores», dijo Torsten Müller-Ötvös, Director Ejecutivo de Rolls-Royce Motor Cars.
Casi todos los coches creados en 2020 fueron hechos a medida por la división Bespoke, un logro notable teniendo en cuenta el contexto de vientos en contra desafiantes e imprevistos. En promedio, los encargos de Bespoke experimentaron un sólido aumento con respecto a 2019, con un marcado crecimiento de los elementos personalizados entretejidos en el tejido de cada automóvil, proporcionando más sustancia y sentimentalismo. La galería de abajo incluye algunos de los montajes más interesantes demandados por los clientes de Rolls-Royce este año.
Por ejemplo, el Dusk in Tokyo es una combinación de pintura blanca con un interior de cuero negro y detalles en oro rosa (en las rejillas de los altavoces, el Espíritu del Éxtasis o la caja del reloj) en un Rolls-Royce Phantom. Otro modelo especial fue el Phantom Iridiscent Opulence, creado en colaboración con el especialista suizo en materiales Nature Squared.
Incluye una galería que alberga más de 3.000 plumas de cola iridiscentes de origen sostenible y los ejemplos continúan. Por suerte, puedes verlos en la siguiente galería.
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