Muchos entusiastas se burlan de la idea del Rolls-Royce Cullinan, un enorme SUV de lujo que simplemente no es necesario sobre el papel. Es el colmo del exceso superfluo. Sin embargo, está claro que Rolls no es estúpida y entiende la importancia del Cullinan, un coche que acaba de ayudar a la histórica marca de lujo británica a alcanzar en 2019 el mejor año de ventas de todos sus 116 años de historia.
El año pasado, Rolls-Royce vendió 5.152 vehículos, la cifra más alta absoluta en la historia de la marca. De hecho, esa cifra representa un aumento del 25 por ciento en las ventas de la marca con respecto al año anterior, ya que Rolls solo vendió 4.107 coches en 2018. Gracias a esas ventas extra, Rolls-Royce ha podido contratar a 50 nuevos empleados y el programa de aprendices de la marca también ha alcanzado cifras históricas.
Entonces, ¿qué ha cambiado en 2019 para lanzar a la marca británica a su mejor año hasta la fecha? Pues, en realidad, dos cosas. Una es el lanzamiento del Cullinan. Los SUV masivos de lujo se venden extremadamente bien para empezar, pero el Cullinan es particularmente especial. La razón es el hecho de que, según Rolls-Royce, no había realmente un SUV en el mercado para los clientes de Rolls. De hecho, durante varias conversaciones con ejecutivos de Rolls, el cliente medio del Cullinan viene de un Range Rover, no de algo como un Bentley Bentayga o un Lamborghini Urus. Así que para esos clientes, no había un SUV en el mercado de los SUV súper-premium. Así que una vez que el Cullinan salió al mercado, todos esos clientes que buscaban algo más opulento que sus Range Rovers acudieron a él.
Otra gran razón para la afluencia masiva de ventas fue la línea de coches Black Badge de Rolls-Royce. Dado que hay más jóvenes ricos que nunca, los modelos Black Badge se han vuelto extremadamente populares, especialmente entre los tipos de Silicon Valley y los atletas. Ahora que Rolls-Royce puede ser vista como una marca joven y moderna, y no sólo como una marca de lujo del viejo mundo, estos nuevos clientes jóvenes y adinerados están comprando Rolls a un ritmo récord.
Y la situación de Rolls-Royce no hará más que mejorar. Con la próxima generación del Ghost en camino (se revelará en el verano de 2020), la icónica marca de lujo sólo conseguirá otro coche para atraer a un público más joven, ya que el Ghost es el Rolls más «asequible». Además, tendrá un aspecto estupendo, a juzgar por las fotos espía, y contará con gran parte de la misma tecnología premium que el Phantom.
Muchos entusiastas se burlan de Rolls-Royce por coches como el Cullinan y los modelos Black Badge (yo mismo he sido culpable de ello), pero está claro que la marca sabe lo que hace. Además, le gusten o no estos nuevos modelos, ayudan a Rolls a ganar dinero y cuanto más dinero gane, más grandes coches podrá fabricar y más tecnologías podrá desarrollar. Así que deberíamos alegrarnos de que estos nuevos modelos existan y felicitar a Rolls-Royce por un 2019 estelar.