¿Se acerca el fin de los diésel? Según Bloomberg y el New York Times, el Ayuntamiento de Múnich está estudiando la posibilidad de prohibir los vehículos diésel ante las «escandalosas» emisiones de óxido de nitrógeno en la capital bávara. «Por mucho que me gustara evitar esas prohibiciones, creo que es igual de improbable que podamos seguir prescindiendo de ellas en el futuro», declaró el miércoles el alcalde de Múnich, Dieter Reiter, según el diario Sueddeutsche Zeitung. Las exenciones se aplicarán a los autobuses, los taxis y los vehículos diésel que cumplan la última norma europea de emisiones Euro 6.
La imagen del diésel como combustible de mejor combustión se ha visto empañada por el escándalo de las trampas de emisiones de Volkswagen, que asaltó el mundo hace dos años y que todavía es una saga en curso. Aunque la popularidad del diésel parece estar disminuyendo, su cuota de mercado sigue representando el 50% de las ventas de coches nuevos en Europa. Su popularidad se debe a la mejor eficiencia de combustible que sus homólogos de gasolina y a los menores niveles de CO2, en los modelos más nuevos.
Ciudades como Londres y París o Stuttgart, la ciudad natal de Mercedes-Benz, están tomando medidas para restringir los diésel más antiguos.
En los últimos años, los motores diésel han desempeñado un papel importante para ayudar a los fabricantes de automóviles a cumplir las exigentes normas de emisiones. Por ejemplo, los motores diésel representaron el 71% de las ventas totales de BMW en Europa en el primer cuatrimestre, un 4,2% menos que un año antes.
La propuesta de Múnich no resolverá los problemas de contaminación a largo plazo, dijo un portavoz de BMW a Bloomberg. En mayo, la empresa advirtió que los fabricantes de automóviles no podrán cumplir los objetivos de la UE para 2020 en materia de emisiones de CO2 sin el diésel, que utiliza un 20% menos de combustible que los motores de gasolina.
Daimler AG, matriz de Mercedes, se ha quejado de que estas prohibiciones son injustas para los clientes que compraron sus coches en 2015, antes de que entrara en vigor la norma Euro 6.
«Hay medidas mejores y más inteligentes, como los incentivos para compartir el coche y la movilidad eléctrica, que llevarían a una mejora sostenible», dijo el portavoz de BMW, Glenn Schmidt.