Con el inminente lanzamiento del nuevo BMW Serie 5 G30 tan cerca, los ingenieros bávaros también están trabajando en la versión M de la próxima berlina media. Conocido en el resto del mundo con un nombre legendario, y no con el código ‘F90’ que se utiliza internamente, el BMW M5 2018 se presentará en metal unos meses después del nuevo Serie 5. La mayor cuestión que está provocando noches de insomnio a ciertos aficionados es si el nuevo modelo saldrá con tracción total o no.
La respuesta a esta pregunta llegó hace tiempo, cuando la dirección decidió poner al frente de la división M a Frank van Meel, un hombre conocido por su participación en el sistema de tracción total Quattro, utilizado en los modernos modelos RS de Audi. Por lo tanto, algunos dirían que hay que abandonar toda esperanza y empezar a hacerse a la idea.
El coche filmado en el vídeo espía que aparece a continuación también parece lucir tracción total, aunque no podemos estar realmente seguros de ello, por mucho que las apariencias lo sugieran. Lo cierto es que una de nuestras fuentes más fiables dentro de Múnich nos ha dicho recientemente que el futuro M5 sólo estará disponible como modelo de tracción total, lo que echa por tierra nuestras esperanzas de que el sistema AWD se venda como un elemento opcional.
Eso significa que todos los futuros modelos M5 enviarán al menos una parte de la potencia a las ruedas delanteras. Sin embargo, no se han perdido todas las esperanzas. Van Meel fue contratado para asegurarse de que el sistema funcionará a la altura de las expectativas de la gente en un M5. Además, en varias entrevistas, el alemán ha dicho que será un sistema especial de tracción total que sólo ayudará a la tracción en varias situaciones, manteniéndose al margen del conductor la mayor parte del tiempo, cuando la potencia se envía a las ruedas traseras exclusivamente.
Para enfatizar este carácter de tracción total, los futuros modelos M equipados con esta nueva transmisión no llevarán el distintivo xDrive. En su lugar, el departamento de marketing está trabajando en un nuevo nombre que deje absolutamente claro que se trata de una característica totalmente nueva que, además, funciona de forma diferente.
Se espera que el motor bajo el capó sea el mismo S63 de 4,4 litros y doble turbo, con algunas pequeñas mejoras, que elevarán la potencia a unos 600 CV. Si a esto le añadimos que el coche va a bajar unos 200 kilos en comparación con su predecesor, el BMW M5 2018 se perfila como un uber-sedán aún más rápido.