Con la noticia de que el BMW i8 dejará de producirse el mes que viene, muchos entusiastas se sienten nostálgicos, yo incluido. Recuerdo la primera vez que vi el coche, pensando: «No puedo esperar a conducir esta cosa». Un par de años después, me puse al volante de uno y la sensación que me produjo sigue ahí, en el fondo de mi mente. A día de hoy, el i8 es un ejercicio muy interesante en varios aspectos.
Lo que BMW ha conseguido con él es demostrar que se puede conseguir un aspecto de supercoche y unas prestaciones de coche deportivo sin tener que lidiar con todos los inconvenientes obvios que conllevan. No se necesita un enorme V8 para obtener unas prestaciones increíbles, siempre que se utilicen motores eléctricos. Esta receta ha sido adoptada y utilizada por otros fabricantes, el último de ellos Koenigsegg con su modelo Gemera, que tiene 1.700 CV y un motor de 2 litros bajo el capó.
En este vídeo podemos ver al i8 compitiendo en una carrera de aceleración contra una competencia realmente dura. En esta comparación en particular, el i8 es el coche más antiguo pero parece el más nuevo. ¿Sorprendido? No puedo decir que lo esté, ya que ese ha sido uno de los puntos clave de venta del i8 desde el principio. Frente a él tenemos un Porsche 911 Carrera y un Polestar 1. El Porsche es el favorito, ya que es el más ligero y tiene el mejor control de lanzamiento de los tres.
El Polestar 1 también es un híbrido, pero con una fórmula diferente a la del BMW. Utiliza un motor de 2 litros y 4 cilindros, turbo y sobrealimentado, que rinde 300 CV y 370 Nm (273 lb-ft) de par motor junto con 2 motores eléctricos que rinden 232 CV y 480 Nm (354 lb-ft) de par motor. La unidad de combustión interna impulsa las ruedas delanteras, mientras que los motores eléctricos se encargan de las traseras. También hay una unidad ISG a bordo que puede añadir 68 CV a la mezcla. En total, el Polestar 1 puede entregar hasta 600 CV y 1.000 Nm de par a las ruedas a la vez. Impresionante, ¿verdad? Bueno, como vas a ver, la potencia no lo es todo, también hay que mantener el peso bajo control y ahí es donde el Polestar 1 tiene algunos problemas.