Chris Harris conduce el Rolls-Royce Cullinan

El Rolls-Royce Cullinan lleva casi un año en el mercado, y vaya año. El primer SUV de Goodwood está batiendo todos los récords de ventas y, al parecer, está en pie de guerra para demostrar a los detractores que estaban equivocados al dudar de él. Uno de ellos fue Chris Harris. Ha sido uno de los primeros periodistas en conducirlo y en quejarse de ciertos aspectos de este coche. El presentador de Top Gear tenía un problema particular con el diseño.

Para ser justos, el Cullinan no puede competir en un concurso de belleza pero, si me preguntas, no es tan feo como Harris lo retrata en esta crítica. Lo que algunos no entienden es que la marca Rolls-Royce te obliga a adoptar algunas claves de estilo que pueden no funcionar perfectamente en coches de cierto tamaño. Hay que amoldar el diseño a la forma en que la gente percibe la marca y mantenerse dentro de esos límites.

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Creo que eso es lo que ha ocurrido aquí y el Cullinan es el resultado final de lo que era posible conseguir dado el contexto. En mi opinión, es exactamente lo que debe parecer, ya que transmite una sensación de lujo y, hasta cierto punto, de dominio. Conducirlo te hace sentir invulnerable y eso es importante para el nicho particular al que apela el Cullinan. En cuanto a lo demás, bueno, es un auténtico Rolls-Royce a todas luces.

La conducción es sublime, el habitáculo es muy silencioso y los materiales utilizados parecen venir de otro planeta en comparación con el 99% de los coches que existen. No hay literalmente nada de lo que quejarse cuando se habla del Cullinan, después de quitar el diseño de la ecuación. Es comprensible, para ser honesto, ya que el diseño siempre será un tema subjetivo. Hoy en día también se puede conseguir un Cullinan con Insignia Negra, en caso de que quieras conducirlo de una manera más… enérgica.

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