Parece que BMW no puede esperar a empezar a invertir más en vehículos eléctricos e híbridos enchufables y este afán empezará a mostrarse en todas las áreas adyacentes al negocio, incluso en las que no te esperarías. Según un reciente informe procedente de Alemania, la marca bávara va a recortar unos 1.000 millones de euros en costes indirectos en un futuro próximo, muy probablemente en un intento de redirigir los fondos a áreas de investigación y desarrollo que aprovechen mejor los recursos.
Según Reuters, citando al diario alemán Handelsblatt, el cambio se producirá en 2019, ya que el Grupo BMW está buscando formas de hacer que su cadena de suministro sea más delgada y eficiente. Aunque la suma pueda parecer mucho, es sólo una pequeña parte de los costes indirectos de aprovisionamiento que paga la empresa cada año, que suman unos 20.000 millones de euros. La noticia fue confirmada por un portavoz de BMW y provino inicialmente del Jefe de Producción de BMW, Markus Duesmann.
El funcionario también afirmó que el reciente desencuentro con Bosch tendrá consecuencias, ya que BMW está buscando una compensación después de tener que ralentizar las líneas de producción en algunas de sus plantas en todo el mundo, debido a la escasez de suministro de componentes de dirección. La ralentización provocó un retraso en la entrega de unos 8.000 coches y, al parecer, el fabricante de Múnich buscará un acuerdo por una suma de «dos dígitos de euros».
Es de esperar que este cambio de ritmo permita a los ingenieros y diseñadores sacar más coches de energía limpia en el futuro, ya sea bajo el paraguas de la submarca i o como parte de las gamas más convencionales que ofrece BMW. Esto también se suma a los rumores que afirman que BMW está cerca de presentar un vehículo eléctrico completo basado en la Serie 3 en un futuro próximo, que sería un rival perfecto para el Modelo 3 de Tesla.




