BMW desarrolla con TenneT una nueva estrategia de recarga para coches eléctricos

Con la ayuda de la integración digital y la conectividad, BMW Group y el operador eléctrico TenneT pretenden cambiar por completo la forma de cargar los vehículos eléctricos. El proceso de carga tendrá en cuenta el estado de la red para superar posibles sobrecargas de la misma, minimizar los déficits y maximizar el uso de fuentes de energía renovables.

El proyecto entre las dos empresas aprovecha la tecnología de conectividad del BMW i3, que ya es estándar, para gestionar y programar adecuadamente el proceso de carga. Por ejemplo, cuando hay un alto índice de utilización de la red eléctrica, la carga puede no ser posible o funcionar sólo a un nivel limitado.

Una vez superado el cuello de botella del suministro y cuando la red vuelve a los valores normales de uso, se reanuda la carga. Además, la tecnología tiene en cuenta los niveles de energía solar y eólica disponibles para maximizar el proceso de carga.

La tecnología de control de carga inteligente forma parte del BMW Charging y básicamente establece una comunicación entre el coche y el punto de carga. El objetivo es optimizar al máximo el proceso tanto si se utiliza una estación de carga pública, un BMW iWallbox o una toma de corriente doméstica para «repostar» el coche eléctrico debidamente equipado.

La solución de control de carga permite al coche eléctrico entender la situación de la red eléctrica. Está tecnológicamente avanzada como para registrar y procesar las señales entrantes del operador de la red. En las pruebas realizadas por BMW Group y TenneT, el i3 fue capaz de detectar una inminente sobrecarga de la red y actuó en consecuencia para reducir el nivel de carga. A continuación, se apoyó en las fuentes de energía eléctrica renovable como para continuar el proceso de carga.

El control inteligente de la carga puede ayudar a reducir el esfuerzo de la red de suministro eléctrico, dado el crecimiento previsto del número de vehículos eléctricos o electrificados en los próximos años. Con esta iniciativa, BMW Group y TenneT pretenden reducir los continuos costes de «redistribución» generados por los coches que utilizan los puntos de recarga. Estos costes ascienden a casi 500 millones de euros cada año sólo en Alemania.

Los costes podrían reducirse y desviarse así a la modernización y mejora de la infraestructura de suministro eléctrico y, por tanto, a una mejor satisfacción de las necesidades de carga de los vehículos eléctricos. Con el tiempo, la tecnología de control inteligente de la carga podría estar lista para la producción de los coches eléctricos del mercado de masas.

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