El Concurso de Elegancia de Pebble Beach de este año celebró los 100 años de la marca BMW tal y como la conocemos. Dado que se trataba de una ocasión especial, los alemanes sacaron a relucir su mejor juego e incluso tenían preparadas un par de sorpresas para los miembros del público. Una de esas sorpresas fue la presentación del BMW 507 Roadster completamente restaurado que había tenido nada menos que Elvis en su día.
Ni que decir tiene que, aparte de los nuevos conceptos presentes en el cuidado césped, el clásico 507 fue el que más público atrajo. Y con razón, ya que el roadster blanco alpino es un espectáculo para la vista. Sin embargo, su historia es muy complicada y, aunque puede haber comenzado su vida como un modelo Blanco Alpino que fue utilizado por Hans Stuck para todo tipo de exhibiciones, al final, el 507 se oxidó en un granero, lejos de las miradas curiosas, vestido de rojo.
Cuenta la leyenda que el coche se había convertido en una especie de VIP y los aficionados de toda Alemania -donde «El Rey» estaba destinado en los años 50- solían besar su Bimmer como una especie de señal de agradecimiento. Eso, por supuesto, hizo que se vistiera de rojo a diario, le gustara o no. Al parecer, harto de la situación, Elvis decidió pintarlo de rojo, para que el contraste fuera más indulgente con la vista. No creas que eso impidió que los fans hicieran lo mismo, pero ahora se notaba menos.
Los chicos de Petrolicious decidieron ir entre bastidores y sentarse con el responsable de la restauración del coche, el señor Klaus Kutcher. Durante esta entrevista, el modesto experto en clásicos de BMW habla de cómo dio con el coche y del tedioso proceso de devolverle su antigua gloria.