Cuando Rolls Royce se puso a fabricar el Phantom, lo hizo con la misión de crear el mejor coche del mundo. Es una tarea casi imposible, para ser sinceros, pero Rolls Royce no se andaba con chiquitas. Con el nuevo Phantom, Rolls ha creado un coche tan soberbio en todos los sentidos que ciertamente se acerca a ese estándar imposible, más cerca, creo, de lo que nadie había previsto. Y así lo demuestra la calificación de «cinco estrellas» que Autocar otorga al nuevo Rolls Royce Phantom.
Si no sabe lo importante que es eso, esto es lo que dice Autocar sobre lo que significa ser un coche de cinco estrellas. «Autocar inventó la prueba en carretera hace 80 años y la nuestra sigue siendo la prueba más completa y exigente del sector.
Eso se demuestra en lo raro que es que un coche reciba un veredicto de cinco estrellas; sólo dos lo han conseguido en los últimos 12 meses.»
Así que sólo dos coches han sido lo suficientemente buenos en el último año como para obtener la calificación de cinco estrellas de Autocar y uno de ellos es el Rolls Royce Phantom. El otro, para que no piense que el premio se otorga a los coches más caros del sector, fue el Alpine A110, que es un deportivo ligero y despojado, diseñado para ofrecer una experiencia de conducción pura. Es exactamente lo contrario del Phantom, lo que demuestra que Autocar no se limita a conceder este premio a los coches más caros y lujosos.
«Tiene un sentido de la ocasión muy por delante de cualquier otro vehículo de cuatro ruedas y ahora es mejor de conducir que nunca. Como concluyeron nuestros probadores en carretera, el mayor y más fino coche de lujo del mundo es ahora también el mejor», dijo Autocar.
Y esa es realmente la razón por la que se le concedieron cinco estrellas: el nuevo Rolls Royce Phantom es una ocasión, no sólo un coche. Cuando te acercas a él, su enorme e imponente tamaño y su grandioso estilo hacen que el mero hecho de acercarse a él sea especial. Entrar en él es como entrar en un ático del Plaza. Es absurdamente lujoso, pero con clase y elegancia. No es sólo brillo y glamour.
Luego está la ingeniería y la destreza técnica. Rolls Royce no dejó ninguna piedra sin remover cuando desarrolló el nuevo Phantom. Es una obra maestra de la ingeniería británica y se siente como ningún otro en la carretera. Así que Rolls Royce se propuso hacer el mejor coche del mundo y, con este nuevo Phantom, puede que lo haya conseguido.
Fuente: Autocar



