Los coches pueden ser mucho más que cuatro ruedas atornilladas a una caja de metal. Los coches pueden ser emocionales, sentimentales y recordatorios de seres queridos perdidos. Eso es exactamente lo que es el Rolls Royce Phantom 2005 de David Lee: un recuerdo.
En este nuevo vídeo de Petrolicious, el famoso coleccionista de Ferrari David Lee conduce su Rolls Royce Phantom y habla de lo mucho que significa para él. El Phantom de Lee es un recuerdo de su padre, al que perdió por un cáncer. La razón por la que el Phantom de Lee le recuerda a su padre es porque lo compró para él en 2005.
El padre de Lee huyó de la China comunista y finalmente llegó a Estados Unidos y trabajó increíblemente duro para criar a su familia y cuidarla. Obviamente, Lee tuvo mucho éxito gracias a todo lo que su padre fue capaz de proporcionarle y enseñarle, así que sintió la necesidad de comprarle algo para mostrarle su agradecimiento. Eligió el Rolls Royce Phantom porque su padre recordaba haber visto Rolls Royce en China y siempre pensó que eran la máxima expresión del lujo.
Por desgracia, Lee perdió a su padre de cáncer, pero es capaz de recordarlo cada vez que conduce el gran Rolls. De hecho, Lee ni siquiera ha cambiado ninguna de las preselecciones de la radio, por lo que puede escuchar lo que su padre escuchaba por última vez y también le ayuda a tener una nueva perspectiva de la vida escuchar lo que su padre escuchaba cuando lo conducía. Una especie de ponerse en la piel de su padre.
Este vídeo no sólo muestra cómo los coches pueden ser un recuerdo de los seres queridos, sino que actúa como un recordatorio del hecho de que los coches pueden ser mucho más que un simple transporte. Los coches causan impresiones duraderas y se convierten en parte de la familia. Los coches se pegan. Y en el caso de este Rolls Royce Phantom, los coches pueden convertirse en recuerdos generacionales.




