En una entrevista con el Washington Post, Ian Robertson, miembro del consejo de administración de BMW y jefe de ventas y marketing, dijo que los coches deportivos quizá nunca encuentren tantos compradores como antes de la recesión mundial.
«El mercado de coches deportivos es aproximadamente la mitad de lo que solía ser», dijo Ian Robertson, jefe de ventas de BMW, en una entrevista en la sede del fabricante en Munich. «Después de 2008, se hundió. No estoy seguro de que se recupere del todo».
Robertson también dice que BMW ha visto un aumento en las ventas de SUV y crossovers más pequeños en Europa y América del Norte, mientras que en China y otros mercados emergentes, las limusinas con chofer son más populares que nunca.
Para evitar cualquier reacción, Robertson añade que BMW seguirá fabricando coches de altas prestaciones, manteniéndose fiel a su ADN; el próximo deportivo desarrollado junto a Toyota es el ejemplo perfecto.
Las ventas mundiales combinadas del Audi TT, el Mercedes-Benz SLK y el Z4 de BMW alcanzaron un máximo de 114.000 unidades en 2007 antes de caer un 45% en 2010, según la empresa de investigación IHS Automotive.
Los rumores de un futuro supercoche de BMW aparecen con más frecuencia estos días y las expectativas son que en 2016, para celebrar adecuadamente los 100 años de existencia, BMW podría finalmente satisfacer los sueños de los entusiastas construyendo un supercoche de verdad.