En julio de este año, Mercedes-Benz dijo que cambiaría sus prioridades de competición del DTM a la Fórmula E en un movimiento bastante inesperado. Esto no sólo demostró la creciente importancia de la competición de la Fórmula E, sino que también sacó a la luz algo que siempre supimos pero que nunca reconocimos realmente: el DTM es realmente una carrera de tres ponis. No siempre ha sido así, pero en los últimos años, sólo BMW, Audi y Mercedes se han enfrentado en el Deutsche Tourenwagen Masters. Con la salida de estos últimos, se convertirá en una carrera de dos caballos que no será tan entretenida.
Para abordar el tema en cuestión, el director de BMW Motorsport, Jens Marquardt, emitió la siguiente declaración:
«Tras el anuncio de que Mercedes-Benz va a dejar el DTM a finales de 2018, prometimos a los aficionados que lucharíamos por el futuro del DTM. Estamos trabajando duro para hacer precisamente eso. Estamos involucrados en intensas discusiones con el presidente del ITR, Gerhard Berger, y con los fabricantes para desarrollar un concepto viable para el futuro, mantener el DTM como una plataforma atractiva e innovadora y seguir ofreciendo a los aficionados un emocionante deporte del motor en un entorno competitivo de alto nivel.
Apoyamos la introducción de la llamada normativa Class One y estamos dispuestos a equipar los coches del DTM con motores turbo de cuatro cilindros extremadamente eficientes y más potentes y con una aerodinámica reducida. Esto abriría la puerta a un reglamento global estandarizado y permitiría al DTM conducir sobre la misma base técnica que los coches del Campeonato Japonés de Super GT, por ejemplo.
Este concepto aseguraría el futuro del DTM, lo abriría internacionalmente y haría más atractiva toda la plataforma. Nos alegraría que otros fabricantes lo siguieran y se comprometieran también con el DTM».




