El BMW i3 entra ahora en una nueva fase, con una merecida actualización y lavado de cara. Gracias a las nuevas baterías, el i3 tiene ahora más autonomía que nunca, mientras que el i3S puede ofrecer un rendimiento aún mayor en la carretera gracias a su motor de mayor potencia y a un par motor superior. Todas estas cosas son estupendas en la carretera, pero podría haber otros usos para estos vehículos eléctricos, usos que ayudarían en las situaciones más inesperadas.
Tesla, por ejemplo, lleva un tiempo ofreciendo baterías usadas de sus modelos Model S para uso doméstico. El objetivo es encontrar una forma de reciclar las baterías que han cumplido su ciclo de vida a bordo de los coches y darles una nueva forma de sernos útiles. Así, podrían utilizarse para almacenar energía en diversos escenarios. BMW está haciendo lo mismo, de momento sólo en grandes escenarios industriales pero pronto también en otros.
El siguiente vídeo muestra un posible uso futuro del i3 fuera del ámbito habitual en el que el coche está demostrando su utilidad. ¿No sería agradable saber que en caso de escasez de energía se podría sacar algo de jugo de la energía almacenada en el paquete de baterías del coche? Por supuesto, los cortes de electricidad son poco frecuentes hoy en día y la energía almacenada en los coches probablemente no sería suficiente para mantener en funcionamiento todo un hogar, como sugiere el vídeo, pero quizá en el futuro las cosas cambien para mejor.
Por ahora, todo esto es un ejercicio de imaginación, pero teniendo en cuenta los avances realizados en este campo, la nueva tecnología de baterías está a la vuelta de la esquina y podría cambiar la forma en que percibimos los coches eléctricos. Hasta entonces, veamos cómo se imaginó BMW que el i3 salvaría esta particular casa en Navidad.