Si ya has empezado a rascarte la cabeza por el ambiguo título, STOP, te lo explicamos en un segundo. En noviembre, en el Salón del Automóvil de Los Ángeles, un pequeño grupo de diseñadores competía en el L.A Auto Show Design Challenge.
La idea era crear unas imágenes de cómo serían los coches de carreras ecológicos en el año 2025. ¿Una tarea difícil? Sin duda, pero se convirtió en un reto interesante e innovador.
El equipo de BMW Group DesignworksUSA trabajó en un modelo impulsado por hidrógeno, llamado Salt Flat Racer.
MINI Space quiso profundizar en la idea que hay detrás de este concepto y se sentó con los diseñadores para realizar una breve entrevista.
«Para realizar este coche, los diseñadores empezaron primero con el concepto de reutilización. Tomaron materiales cotidianos preexistentes, como barriles de aceite y tapas de barbacoa, y los convirtieron en los componentes principales -la carrocería y las ruedas- del coche. También imaginaron que el coche produciría emisiones de combustible lo suficientemente limpias como para mantener la vida. De hecho, estaban tan seguros de la capacidad del coche para funcionar con combustible limpio, que decidieron meter unos cuantos peces de colores para demostrarlo».
Puedes leer la entrevista completa aquí, bastante interesante.