La primera generación del BMW Serie 8 es un coche un poco extraño. Cuando era nuevo, a finales de los 80 y durante los 90, no era un coche muy querido. No era odiado ni mucho menos, pero parecía haber una sensación abrumadora de que no era tan bueno como podría haber sido. Había mucho potencial, pero el Serie 8 E31 original nunca estuvo a la altura. Sin embargo, ahora que recordamos el Serie 8, lo miramos con gafas de color de rosa. Parece que los entusiastas de BMW lo adoran ahora, a pesar de que no era tan querido cuando era nuevo. Top Gear hizo recientemente una lista de razones por las que amamos la Serie 8 ahora más que nunca.
En primer lugar, su aspecto. El BMW Serie 8 E31 siempre ha sido muy atractivo. El perfil sin pilares B, la corta cubierta trasera, el largo morro inclinado y la gorda parte trasera hacen que parezca un gran turismo deportivo de verdad. Tiene todos los elementos de diseño adecuados y su diseño seguirá siendo atractivo durante muchos, muchos años. Otro de los elementos de diseño que hacen que la Serie 8 sea realmente fantástica son sus faros emergentes. ¿Por qué a los aficionados nos gustan tanto los faros emergentes, especialmente cuando son poco prácticos, se rompen a menudo y son molestos de arreglar? Porque son increíbles, por eso. Creo que sacan el niño que llevamos dentro, sobre todo los que crecimos en los años 80 y 90.
Otra razón por la que es tan querido es el hecho de que venía con un V12. También era un V12 extraño, ya que básicamente eran dos motores BMW I6 pegados e incluso tenía dos ECUs, una para cada banco de cilindros. Era extraño, pero era brillante. Y si pedías tu Serie 8 con un V12, también podías tenerlo con una caja de cambios manual. Lo cual es increíble.
También nos trajo el primer BMW M8, aunque como un coche de concepto que nunca llegó a materializarse. Aun así, dio a los entusiastas de BMW un supercoche con motor delantero con el que soñar y era un coche increíble. Llevaba un motor V12 de aspiración natural, un motor que fue la base del mejor motor de producción en carretera de todos los tiempos: el V12 S70/2 del McLaren F1.
Así que el BMW Serie 8 fue un coche que tardó muchos años en ser realmente apreciado. Cuando era nuevo, era tan increíblemente caro y a la vez tan complicado que nunca mereció la pena ni el dinero ni los quebraderos de cabeza. Ahora, sin embargo, puede ser realmente apreciado por lo que es.
[Fuente: Top Gear]
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