El BMW i8 sigue fascinando a muchos entusiastas de los coches a día de hoy, y con razón. El deportivo híbrido enchufable es el resultado de años de investigación y de una enorme inversión de 2.000 millones de dólares por parte de BMW, no sólo en dos coches completamente nuevos, sino en una base para el futuro, sobre todo gracias a su nueva planta de CFRP situada en Estados Unidos.
Sin embargo, dejando atrás todos esos detalles, el i8 es atractivo principalmente por lo que ofrece, no por cómo ha nacido. Su tren motriz enchufable está siendo estudiado por los ingenieros en la actualidad y sigue fascinando a los conductores del i8 por su perfecta migración entre fuentes de energía. Como muestra la siguiente animación, el coche depende de dos motores diferentes para desplazarse, siendo además el primer modelo de BMW con tracción delantera y total al mismo tiempo.
Cuando funciona en modo ECO Pro, el coche utiliza únicamente su motor eléctrico de 131 CV que impulsa el eje delantero, siendo a todos los efectos un coche de tracción delantera. Gracias a la caja de cambios de dos etapas y a los 250 Nm (184 lb-ft) de par, el i8 puede alcanzar velocidades de hasta 75 mph en modo EV y recorrer hasta 30 km (19 millas) según el procedimiento de pruebas NEDC.
Sin embargo, cuando se quiere acceder a toda la potencia disponible, basta con pisar el pedal a fondo. Esto pondrá en marcha automáticamente el motor turboalimentado de 3 cilindros y 1,5 litros montado en el eje trasero, con una potencia de 231 CV y un par motor de 320 Nm (216 lb-ft). Los dos motores pueden trabajar juntos, lo que convierte al i8 en un coche de 362 CV y 570 Nm (420 lb-ft) de par, que además es de tracción total y puede acelerar hasta los 100 km/h desde parado en 4,4 segundos.
Otros elementos como el coeficiente de resistencia aerodinámica o las ruedas de tamaño especial también se detallan en el siguiente vídeo.