Hubo un tiempo en el que muy pocos coches podían hacer frente al poderoso Nissan GT-R. El superdeportivo japonés era tan bueno superando a todo lo demás en la carretera que se ganó el apodo de Godzilla. Nada podía hacerle frente. Sin embargo, esos días han quedado atrás y hay un nuevo niño en el bloque que aspira a un récord similar: el BMW M5.
La nueva generación viene con tracción a las cuatro ruedas y eso ha cambiado por completo la forma en que la gente lo percibe, especialmente cuando se trata de carreras de aceleración. Hasta ahora hemos visto al M5 derribar varias máquinas impresionantes.
Si lo pones a punto, obtendrás cifras dignas de un supercoche, tanto en términos de aceleración como de potencia. El siguiente vídeo muestra uno de esos M5 tuneados, con unos 840 CV.
Ya hemos visto este coche compitiendo con rivales aún más impresionantes. La última vez, se enfrentó a un AMG GT63 de 4 puertas y, antes de eso, a un McLaren 720S, entre otros supercoches. Esta vez, el M5 compite con un Nissan GT-R tuneado, llevado hasta los 750 CV. Teniendo en cuenta que el GT-R es un poco más ligero y que cuenta con un increíble módulo de control de lanzamiento, la cosa debería estar bastante reñida, ¿no? Es decir, ¿qué es un déficit de 90 CV cuando se habla de cifras de potencia tan elevadas?
Pues bien, resulta que el sistema de control de lanzamiento de BMW tampoco es nada del otro mundo. Como vas a ver, ni siquiera fue una carrera reñida. Y lo mismo ocurrió en las carreras de rodaje, lo que demuestra que este súper sedán es un hueso muy, muy, muy duro de roer.
Lo hemos visto enfrentarse a algunos de los mejores coches del mercado y hoy ha derrotado al legendario GT-R, ajustado a la fase 2+. ¿Es este el mejor BMW que se puede conseguir hoy en día? Yo creo que sí.
