Recientemente, el jefe de BMW M, Frank Van Meel, dijo a Autocar que 600 caballos de potencia sería el límite para la próxima generación del M5. Esto tiene a algunos fans de BMW un poco asustados, preguntándose por qué Van Meel limitaría intencionadamente la potencia del super-sedán más famoso de BMW. Es especialmente sorprendente, porque las conversaciones para añadir tracción total al M5 significarían que podría manejar incluso más potencia que nunca. Y BMW incluso demostró que el M5 actual podía manejar ese tipo de potencia, con la Jahre Edition. Entonces, ¿por qué limitar el próximo M5 a un nivel de caballos que el modelo actual ya puede manejar?
No dio la respuesta más informativa, sino que se limitó a decir: «Estamos en el límite.
Si se siguen añadiendo más caballos y par, probablemente se sobrepasarían los límites». Pero creo que la idea es que simplemente añadir más potencia, al estilo Clarkson, no es la respuesta para crear un M5 más rápido, más dinámico y más eficiente. De hecho, es muy refrescante escuchar que Van Meel no está interesado en aumentar la potencia y el par motor y que parece más interesado en un enfoque más amplio.
En primer lugar, al mantener el M5 de nueva generación en torno a los 600 CV y dotarlo de tracción total, el M5 será capaz de desplegar su potencia de forma excelente, lo que lo hará más rápido. En segundo lugar, el M5 de nueva generación será considerablemente más ligero, al compartir la misma tecnología de chasis ligero tomada del Serie 7 G11. Por tanto, con un peso más ligero y una mejor tracción, el nuevo M5 será considerablemente más rápido y se manejará mejor. Esto último es lo más importante. Así que parece que en lugar del estilo Clarkson, Van Meel quiere utilizar más el estilo de Colin Chapman de «simplificar y añadir ligereza».
El M5 siempre fue el coche del conductor en su segmento, que consiste en el Audi RS6 y el Mercedes E63 AMG. Esos coches siempre parecieron más misiles forrados de cuero que los escalpelos para esculpir cañones que siempre han sido los M5. Así que mientras esas otras marcas añaden potencia de fuego, BMW debería centrarse más en hacer que el M5 sea más afilado, más ágil y, en definitiva, más divertido. Así que, en cierto modo, me alegro de que Van Meel esté adoptando un enfoque limitado de la potencia. La potencia por el mero hecho de tenerla no hace un coche mejor, ni necesariamente más rápido.
No sabemos con certeza lo que Van Meel está haciendo al crear el próximo M5. Pero sí sabemos que aumentar la potencia no es su solución. Esperemos que 600 CV combinados con un peso más ligero y una conducción más precisa sean suficientes para enfrentarse a los próximos RS6 y E63 AMG. Si no, siempre está el paquete de prestaciones.