Rolls-Royce está bastante satisfecha con la forma en que se está vendiendo el SUV Cullinan en este momento. Según sus responsables, las ventas han sido mejores de lo esperado, a pesar de que la dirección tenía una idea bastante clara del éxito que iba a tener el coche desde que se inició su desarrollo. Sin embargo, el director general de Rolls-Royce afirma que no hay planes de fabricar otro SUV por el momento con la insignia de la doble R, ya que simplemente no hay demanda para ello.
En estos momentos, Rolls-Royce tiene cinco modelos en producción, la mayor cantidad en su siglo de existencia. En la planta de Goodwood se fabrican el Ghost, el Wraith, el Dawn, el Phantom y, por supuesto, el nuevo Cullinan, todos ellos con gran demanda. Por supuesto, la alta demanda en Goodwood no significa lo mismo que en Wolfsburg, pero digamos que las ventas van bien. Por ello, algunos se han preguntado si habría espacio en la gama para otro SUV, uno más pequeño quizás. Aunque el CEO no descartó por completo esta posibilidad, por el momento la respuesta es no.
El director general de la compañía, Torsten Müller-Ötvös, declaró a Autocar en una reciente entrevista: «No, definitivamente no. Hay que dejarse llevar por la corriente, así que nunca diría nunca, nunca, nunca, pero actualmente no tenemos planes de ampliar nuestra gama de modelos. Nuestra estrategia es, sin duda, mantener nuestra posición de precios de gama alta y no trasladar la marca sólo por volumen a segmentos de precios más bajos».
Por lo tanto, no es sólo la demanda lo que hace que un coche así no se produzca, sino también una visión holística de la marca, que debe mantener intacto su carácter exclusivo. Diluirla ofreciendo todo tipo de variaciones la perjudicaría y eso es algo que nadie quiere. Sin embargo, el hecho de que se haya resistido a negar tajantemente tal posibilidad nos hace preguntarnos qué nos depara el futuro.