Bienvenidos a lo que podría ser la carrera de aceleración más británica que jamás hayas visto. Los chicos de CarWow (situados en el Reino Unido) enfrentan al Rolls-Royce Wraith con su rival de Crewe, el Bentley Continental GT. No hay nada más británico que esto, y casi parece una carrera entre hermanos. Eso podría deberse a que Rolls-Royce y Bentley solían fabricarse en la misma fábrica en algún momento.
Hoy en día ya no es así y ahora las dos marcas son rivales, siendo Bentley lo más parecido a Rolls-Royce en los escalones superiores del lujo. En cuanto a esta carrera de aceleración, enfrenta a los modelos Coupé más rápidos que las empresas ofrecen a sus clientes en la actualidad. Por un lado tenemos el Continental GT, que viene equipado con un motor W12 de 6 litros con 635 caballos de potencia y 900 Nm de par motor, conectado a una caja de cambios de doble embrague de 8 velocidades. También tiene tracción a las cuatro ruedas y cuenta con launch control, algo inusual para un coche GT de gran lujo.
En el otro lado de la franja tenemos el Rolls-Royce Wraith. En este caso, se trata de un modelo Black Badge, lo que significa que se ha mejorado para ofrecer más emoción y rendimiento. El V12 biturbo de 6,6 litros bajo el capó ofrece 632 CV en esta versión y 850 Nm de par. A diferencia del Bentley, el Wraith tiene una caja de cambios automática de 8 velocidades que envía la potencia sólo a las ruedas traseras y no tiene Launch Control. Como es lógico, también es más pesado, ya que pesa 120 kilos más que el Continental, con 2.360 kilos.
Entonces, ¿quién ganará? Supongo que es bastante obvio desde el principio, ¿verdad? Bueno, para ser justos, incluso con la ropa de Black Badge, el Rolls-Royce Wraith no fue diseñado exactamente para ser utilizado en la pista de carreras. El Bentley tampoco, pero es evidente que los ingenieros de Crewe estaban mucho más preocupados por el rendimiento en línea recta. Sin embargo, veremos cómo se desarrollan las cosas.