MINI es una marca totalmente retro. Mientras que algunas marcas fabrican un coche o dos como un retroceso a los coches clásicos (véase: el Ford Mustang, el Chevy Camaro, el Alpine A110), toda la marca MINI es un retroceso al Mini original. Después de comprar los derechos del Grupo Rover, BMW adquirió la marca Mini junto con ella. Así que los trajeados de Munich se propusieron revivir la marca, con Chris Bangle como jefe de diseño y Frank Stephenson como diseñador principal del nuevo MINI.
En términos de estilo, no hay duda de que BMW y su equipo de diseño lo han conseguido, ya que el MINI revivido es una mezcla perfecta de estilo moderno y retro. Sin embargo, ¿cómo se compara en términos de dinámica de conducción? Al fin y al cabo, el Mini clásico es conocido por ser uno de los coches más divertidos que han salido a la carretera.
En este nuevo vídeo de TFLC, tenemos esta interesante comparación que muestra lo mucho que ha cambiado desde la década de 1950. O desde los años 90, ya que el Mini clásico no ha cambiado prácticamente nada de su diseño original durante más de 40 años.
Es un vídeo interesante porque muestra lo inteligentes y únicos que eran muchos de los detalles de diseño del Mini clásico. Fue un coche desarrollado a partir de la necesidad, por lo que es bastante ingenioso. Sin embargo, lo fascinante del nuevo MINI es que no sólo ha conservado gran parte de la actitud extravagante del coche original, sino que ha sido capaz de ofrecerlo a un nivel más alto. BMW lo que se creía imposible y es vender un coche compacto a un precio premium y hacer que funcione.
También se puede ver lo espaciosos que son ambos coches por dentro. El nuevo es tan impresionante como el anterior, en ese sentido. Claro, el nuevo coche es mucho más grande, pero sigue siendo compacto para los coches modernos, y además tiene que meter mucho, mucho más equipamiento. Tiene un motor mucho más grande y complicado, diez veces más equipamiento de seguridad, zonas de choque y airbags.
Así que si tenemos en cuenta lo que el nuevo MINI tenía que conseguir, su espacio interior, sus prestaciones, su manejo y su diversión al volante son tan impresionantes como los del coche antiguo, y es difícil entenderlo hasta que los ves uno detrás de otro. Aun así, el Mini clásico es el coche más agradable de conducir.