La vida posterior de los prototipos y mulas de prueba de BMW

Hace un tiempo os mostramos un vídeo de un cementerio de mulas de prueba de BMW, el lugar al que BMW lleva sus prototipos utilizados en las fases de evaluación, antes de su destrucción. Las mulas de prueba o prototipos, los vehículos de preproducción e incluso los coches utilizados en la campaña de marketing, estaban todos ordenados en un cementerio a la espera de ser transformados en chatarra.

Decidimos investigar más a fondo este proceso y montamos la historia que sigue.

Conozcamos el Centro de Reciclaje y Desmontaje (RDZ) del Grupo BMW, en las afueras de Múnich, donde BMW investiga la reutilización ecológica y eficiente de sus coches. De forma rápida y eficaz, y utilizando tecnología punta, casi el 90% del coche se recicla y reutiliza cuando termina su ciclo de vida.

Hasta 4.000 automóviles se reciclan cada año en esta instalación especial. Puede resultar chocante ver cómo coches que parecen intactos e incluso nuevos por fuera, desaparecen y son hinchados por trituradoras gigantes. La verdad es que los coches han sido sometidos a intensas pruebas y desgastes, ya que han sido probados en condiciones de nieve, hielo o desierto, o se han sometido a pruebas en el circuito de Nurburgring-Nordschleife. Aunque sólo hayan recorrido 20.000 o 30.000 kilómetros, el desgaste en estas circunstancias puede ser diez veces mayor que si se produce en un ciclo de vida de conducción normal.

Pero, ¿cómo funciona todo?

En primer lugar, se vacía el coche de todos los líquidos (aceite, gasolina, líquido de frenos, etc.). En una instalación separada, se desactivan los airbags y los tensores de los cinturones, y se neutralizan con seguridad la batería y los componentes pirotécnicos. Con el tiempo, BMW ha investigado continuamente formas de mejorar este proceso, como en el caso de la eliminación del aceite de los amortiguadores. Los expertos en reciclaje de BMW Group trabajaron con empresas asociadas para desarrollar un dispositivo para la evacuación rápida y segura del aceite usado.

Los fluidos y algunas piezas del coche van a parar a la basura, mientras que los componentes no dañados pueden venderse como piezas de recambio usadas (por ejemplo, paneles laterales, ruedas, neumáticos o radios). Los metales preciosos, como el platino, se reciclan. Los motores pueden reacondicionarse.

Al final, la carrocería del coche es transformada en un cubo por la gigantesca trituradora.

Pero esto no termina aquí. El cubo se tritura en pequeños trozos y luego comienza el proceso de clasificación, con el fin de separar los metales de los plásticos, utilizando imanes, corrientes de Foucault o cribado. Esto es necesario para poder reutilizar los trozos como materia prima secundaria.

El reciclaje de coches no es ciertamente un proceso fácil, ya que estamos hablando de decenas de miles de piezas en cada coche. Este proceso se ha convertido en algo tan importante para BMW, que está explorando constantemente las posibilidades de eliminar los materiales de la manera más eficaz.

Al mismo tiempo, BMW tiene en cuenta un enfoque de «diseño para el reciclaje»: por ejemplo, la disposición de los componentes del vehículo de forma que los fluidos como el aceite, el combustible o los refrigerantes puedan eliminarse rápida y fácilmente al final del ciclo de vida del coche.

Lo sorprendente es que el reciclaje de coches en BMW se ha convertido en un proceso de tan alta tecnología, y se hace de forma tan eficiente y sistemática que al final sólo queda un 10% inutilizable, pero el otro 90% puede seguir utilizándose.

Echemos un vistazo a esta instalación especial de BMW.

https://youtube.com/watch?v=wP7JY4I6x2o%3Ffs%3D1

Fuente: BMW Magazine | BMW]

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