Ya en 2015, Bring-A-Trailer había publicado una subasta de un BMW M1 de 1980 destrozado. Era un desastre total, pero el motor parecía estar en forma decente, con la cabeza y el bloque en buenas condiciones. Sin embargo, no tenía mucho sentido comprarlo, ya que los costes de reparación serían simplemente una locura, si es que una reparación completa era posible. Así que un coleccionista que ya tenía dos BMW M1 decidió comprar el desguace como coche de repuesto para sus dos.
Tras comprar el BMW M1 desguazado, sacó el motor, lo reconstruyó por completo y lo puso en exposición. Es una hermosa obra de arte mecánica y digna de ser expuesta.
Un poco más tarde, se encontró con otro BMW M1, éste se había quemado en un incendio de un edificio y la mayoría de los paneles de su carrocería de plástico reforzado con fibra de vidrio se habían fundido. Así que el coleccionista compró también el M1 fundido, pensando que podría combinar sus piezas con las del coche siniestrado y hacer un M1 totalmente funcional.
Pero entonces se le ocurrió otra idea. En lugar de pasar por todas esas molestias para conseguir un tercer BMW M1, ¿por qué no hacer algo que se consideraría pecaminoso en un coche en funcionamiento, pero perfectamente aceptable en uno destrozado? Hacer un coche de arte mural con los dos.
Así que reunió a un equipo de profesionales para construir un marco de aluminio que combinara los dos coches en, aparentemente, un BMW M1 perfecto. A continuación, los profesionales lo pintaron en el rojo original del M1, para que tuviera un aspecto perfecto. Después vino el reto de colocarlo en la pared. Pero gracias a un equipo de construcción, pudo colocarlo en la pared de su garaje y tiene un aspecto impresionante.
La mayoría de los entusiastas matarían por tener la oportunidad de sentarse en un BMW M1, por no hablar de tener un tercero de repuesto para colgarlo en la pared. No es una vida demasiado mala, ¿eh?