Tal y como informamos hace un tiempo, ayer Rolls-Royce desveló el último modelo ofrecido con el tratamiento Black Badge, el Cullinan Black Badge. Es una máquina impresionante, a decir verdad, que viene con más potencia, mejor manejo y una sensación totalmente diferente. Para este lanzamiento, el CEO de Rolls-Royce, Torsten Müller-Ötvös se sentó frente a la cámara y explicó lo que llevó a la creación de este coche y lo que lo diferencia.
Lanzado por primera vez en 2016 en los modelos Ghost y Wraith, la decisión de introducir el tratamiento Black Badge no se tomó a la ligera. Como confiesa el director general en el vídeo que se publica a continuación, hubo algunas discusiones serias a puerta cerrada sobre si sería un buen movimiento.
Después de todo, el emblema plateado de la doble R por el que se conoce a Rolls-Royce es un símbolo, no sólo en el mundo del automóvil, sino también en otros ámbitos. Es reconocible y meterse con esos símbolos podría ser contraproducente.
Por suerte, ese no fue el caso y la serie Black Badge ha demostrado ser un éxito. El Dawn se añadió a la lista y ahora el Cullinan se une al club. El Cullinan Black Badge sigue la misma receta que los otros coches.
Lo que lo distingue de un Cullinan «normal» son los detalles oscurecidos que lo rodean. El Espíritu del Éxtasis (incluida la placa de montaje), la insignia de la doble R en la parte delantera, los bordes de la parrilla delantera, los remates del marco lateral, el asa del maletero, el embellecedor del maletero, el remate de la entrada de aire inferior y los tubos de escape están oscurecidos. Las llantas también están diseñadas específicamente para el Cullinan Black Badge.
El motor ha sido mejorado hasta los 600 CV, mientras que la cifra de par motor ha subido hasta los 900 Nm (663 lb-ft) de par. El Cullinan Black Badge se beneficia de un nuevo tratamiento de la transmisión y el acelerador que responde un poco más rápido a las entradas. Los cambios en los componentes de la suspensión también deberían ofrecer un poco más de carácter cuando el coche se conduce con fuerza.
Por si fuera poco, se ha elevado el punto de agarre de los frenos y se ha reducido el recorrido del pedal. La ventilación rediseñada de los discos de freno también permite la consistencia de estos cambios al frenar a temperaturas elevadas.
Sin más dilación, veamos el vídeo: