Muchas comparaciones, realizadas por los medios de comunicación del sector del automóvil, suelen arrojar un resultado muy ajustado en numerosas disciplinas. La mayoría de las veces no hay un ganador claro, ya que se pueden encontrar ventajas y desventajas en ambos lados.
En el caso del BMW F90 M5 Competition, que fue probado por Auto Bild Sports Cars contra el Mercedes-AMG GT 63S 4-Door Coupé, el panorama es ligeramente diferente. La berlina de altas prestaciones de Múnich fue capaz de superar a su rival de Affalterbach en casi todas las disciplinas.
La aceleración desde la parada hasta los 100 km/h en una pista recta es la cifra más equilibrada entre los dos. El Mercedes-AMG GT 63S 4-Door tarda sólo 3,0 segundos en alcanzar los 100 km/h, es decir, sólo una décima de segundo más rápido que el M5.
Sin embargo, el panorama es un poco diferente a velocidades más altas. Tras alcanzar los 160 km/h, el BMW M5 Competition supera al Mercedes-AMG GT 63S y es una décima de segundo más rápido a 200 km/h. Ambos coches también están muy cerca el uno del otro en cuanto a elasticidad, con pequeñas ventajas para uno u otro, de vez en cuando.
El siguiente reto para ambos coches de alto rendimiento es el Sachsenring alemán, un circuito de carreras en Sajonia que se inauguró en 1927 por primera vez. Un tiempo en pista de 1:34,39 marca una victoria ajustada para el BMW M5 Competition por delante del Mercedes-AMG GT 63S con un tiempo de 1:34,45. Además, el M5 también es capaz de alcanzar una mayor velocidad máxima en el circuito. Para poner estas cifras en perspectiva: Una prueba anterior con el Mercedes-AMG E 63S mostró un tiempo en pista de 1:35,90 minutos para el Mercedes.
El concepto de ligereza de BMW M GmbH juega un papel importante para contribuir a los resultados superiores de la prueba del BMW M5. Gracias a sus 188 kg menos de peso, el M5 también gana la carrera en el surtidor, ya que sólo consume 13,8 l/100 km frente a 14,6 l/100 km. Aunque el Mercedes-AMG GT 63S puede disimular bien sus kilos de más, éstos juegan naturalmente un papel en todas las áreas de la dinámica de conducción. Otro ejemplo es el valor de la potencia de frenado, en el que el BMW M5 gana claramente con una frenada en caliente.
Pero aunque el BMW M5 Competition, más ligero, es más rápido hasta los 200 km/h, ofrece un tiempo de vuelta más rápido en el circuito de Sachsenring, frena mejor y consume menos, al final, ambas berlinas de altas prestaciones están muy cerca la una de la otra. Sin embargo, quizá el precio podría marcar la diferencia para los clientes indecisos. Tanto el precio base como el precio del coche de prueba del Mercedes-AMG GT 63S es casi 39.000 euros (44.359 dólares) más alto en comparación con el BMW M5 Competition.
La prueba completa con datos e impresiones adicionales del BMW M5 Competition y del Mercedes-AMG GT 63S está disponible en el número actual de Auto Bild Sports Cars. Nuestra reseña del BMW M5 se puede encontrar aquí.



