Ya hemos visto al nuevo BMW F90 M5 realizando algunas carreras de aceleración por todo el mundo, incluso enfrentándose a su archienemigo el E63 AMG en su versión S, pero aún no lo habíamos visto enfrentarse al que parece ser el asesino de los supercoches en estos días, aunque se trate de un vehículo mucho más tranquilo: un Tesla Model S. En este vídeo, sin embargo, podemos ver al purasangre de Múnich enfrentarse no sólo a un Tesla, sino a dos.
Comparar un coche eléctrico con uno con motor de combustión interna no es necesariamente justo, especialmente cuando se comparan las carreras de aceleración. Esto se debe a una serie de factores, el más importante es la entrega instantánea de par. Los vehículos eléctricos son letales al salir de la línea porque no tienen que acumular velocidad o revoluciones para beneficiarse de toda la potencia que los motores pueden ofrecer. En este caso, tanto el Model S como el Model X están en versión P100D, lo que significa que pueden contar con 588 CV y unas 920 lb-ft de par.
Sin embargo, hay algo más. El tren motriz de Tesla pierde bastante más potencia por el camino que en el caso del BMW. No obstante, el M5 de 600 CV tiene ahora tracción total y tiene muchas más posibilidades que su predecesor, el F10, que era de tracción trasera.
En cuanto a las tandas, la primera se ve arruinada por el tiempo de reacción extremadamente lento del BMW M5. Los resbalones de la pista de aceleración muestran que el M5 era en realidad apenas más lento que el Model X en términos de velocidad. Luego llegó el turno del Model S. Este estuvo mucho más cerca, ya que el conductor del M5 no fue tan lento en el lanzamiento. De hecho, los dos luchan hasta el final y el Tesla gana por solo 0,03 segundos, lo que demuestra lo rápido que es el M5.


