Rolls-Royce experimentó por primera vez con un modelo eléctrico en 2011. En aquel momento, el Salón del Automóvil de Ginebra acogió la presentación internacional del Rolls-Royce 102EX. El Phantom eléctrico experimental contaba con un gran paquete de baterías de 640 kg, capaz de impulsar el coche para recorrer una autonomía de 125 millas con una sola carga.
Pero eso fue sólo un experimento y, a lo largo de los años, el fabricante de lujo británico se ha detenido a menudo para confirmar un vehículo eléctrico en su futuro. Primero jugaron con la idea de construir un híbrido enchufable, pero con el tiempo, sus planes cambiaron hacia un vehículo de lujo eléctrico.
En una reciente entrevista con Roadshow, el director general de la compañía, Torsten Otvos-Muller, confirmó el paso de forma inequívoca: «Estamos en ello. Tenemos que tomar decisiones inteligentes sobre dónde invertir nuestro dinero. Puede estar bien que empresas más grandes se dediquen a los híbridos y a todo tipo de tecnologías diferentes, [pero] nosotros teníamos que tomar una decisión determinada.»
El Rolls-Royce Ghost se ha mencionado a menudo como posible candidato a la electrificación, pero parece que el Phantom también podría tener un tren motriz eléctrico. Según un informe de Car Magazine, es probable que el actual Phantom sea eléctrico en números muy reducidos a partir de 2022.
El lanzamiento de vehículos eléctricos en Goodwood será sin duda un movimiento audaz y marcará una nueva era para toda la industria del automóvil. Por suerte para Rolls-Royce, su público objetivo es cada vez más joven. Esta nueva generación de millonarios parece estar interesada en los trenes motrices eléctricos.
Y si sólo un pequeño número de Phantoms serán eléctricos, es probable que se agoten antes de salir al mercado.