Muchos entusiastas de los coches americanos siguen hablando de los buenos tiempos de los Tres Grandes de Detroit, que construían el verdadero músculo americano. De hecho, conozco a algunos entusiastas de la automoción de edad avanzada que todavía utilizan Cadillac y Lincoln en la conversación cuando se refieren a los coches de lujo de gama alta, sin darse cuenta de que Lincoln ahora hace Fords de tracción delantera rebautizados y Cadillac es un poco un desastre. El panorama automovilístico estadounidense actual es muy diferente al de hace décadas. Ahora, la mayor cantidad de coches fabricados en Estados Unidos que se exportan al resto del mundo proceden de la planta de BMW en Spartanburg, no de Detroit.
No hay duda de que la planta de BMW en Spartanburg ha ayudado a dar un giro al condado de Greer, en Carolina del Sur. Ha traído miles de puestos de trabajo e indirectamente ha ayudado a crear miles más en todo el estado de Carolina del Sur, a través del aumento de los puestos de trabajo de la cadena de suministro. Sin embargo, las cosas podrían complicarse para BMW en Carolina del Sur y eso podría afectar directamente a la comunidad.
No vamos a ponernos en plan político, pero debemos informar de los hechos que rodean a BMW y de la actual guerra comercial entre Estados Unidos y el resto del mundo, en este caso China y Alemania, que podría perjudicar a los puestos de trabajo en Spartanburg.
El presidente Trump ha impuesto aranceles a China y, en represalia, China ha puesto ahora aranceles a los automóviles fabricados en Estados Unidos. BMW exporta 80.000 SUV desde Spartanburg a China al año, lo que aumenta drásticamente los costes de BMW. Aunque la planta de BMW en Spartanburg podrá capear el temporal, los bávaros no están tan seguros de lo que ocurrirá si se imponen también aranceles a Alemania.
Si se aumentan los aranceles sobre los coches importados de Alemania, que constituyen la mayor parte de la gama de modelos de BMW, y Alemania toma represalias con aranceles similares, BMW podría verse obligada a despedir a los trabajadores y a reducir drásticamente la producción. Esto no sólo afectaría directamente a los empleados de la planta de BMW en Spartanburg, sino que la reducción de la producción también perjudicaría a los puestos de trabajo de la enorme cadena de suministro, a la que tanto ayuda la presencia de BMW. Eso puede afectar negativamente a la economía local y perjudicar a Carolina del Sur.
La planta de BMW en Spartanburg es increíblemente importante para BMW, el estado de Carolina del Sur y los Estados Unidos en su conjunto. Así que esperemos que todo se solucione, pero no hay duda de que la incertidumbre detrás de toda esta situación es preocupante tanto para BMW como para los residentes de Spartanburg.
Fuente: CNN
