Ahora que hemos visto el estreno mundial del BMW Serie 5 G30, sabemos que toma prestado su diseño, tanto exterior como interior, de su hermano mayor, el Serie 7. Así que hemos pensado que lo mejor es hacer una rápida comparación fotográfica entre ambos, para ver cómo se ha trasladado el lenguaje de diseño del Serie 7 al Serie 5.
Los dos se parecen notablemente en casi todos los aspectos exteriores. Pero sus similitudes son más evidentes en el perfil Los pilares C de ambos coches son notablemente similares, al igual que las tapas traseras y los morros inclinados. Sin embargo, BMW ha tenido el acierto de prescindir del respiradero en forma de «palo de hockey» y ha optado por una salida de aire más tradicional para el Serie 5. El nuevo Serie 5 también tiene un aspecto más musculoso y mejor. Mi aspecto favorito de la Serie 5 es la parte delantera de la línea de los hombros, justo antes del paso de rueda delantero. Le da al frontal una musculatura que la generación anterior no tenía e incluso me recuerda al BMW M2.
En la parte trasera, el parecido es bastante evidente, pero no tanto como en los laterales. Las luces traseras del 5er están claramente inspiradas en el Serie 7, pero no son exactas. El Serie 5 también tiene una parte trasera un poco más alta que parece más ordenada. El Serie 7 parece más bajo y es mucho más ancho, tanto literal como visualmente. La barra horizontal entre los faros del Serie 7 ha desaparecido en el Serie 5, lo que permite que el Serie 5 parezca un poco más estrecho y atlético.
En el interior, los dos coches son casi indistinguibles. Tanto es así, que ha provocado la confusión de muchos sitios web que publicaban fotos del interior del Serie 5 filtradas, que en realidad eran sólo fotos del Serie 7. Las únicas diferencias reales son el embellecedor del salpicadero, la pantalla de navegación más pequeña y el marco negro de la pantalla de control, frente al plateado del Serie 7. El Serie 7 también tiene una consola central más ancha y algo más de cuero en todo el habitáculo. Pero a primera vista, son notablemente similares. Lo cual es un cumplido para el Serie 5, ya que los clientes obtendrán un interior digno de un Serie 7 en un coche que cuesta bastante menos.
En general, el Serie 5 parece ser una exitosa evolución del lenguaje de diseño del Serie 7: manteniendo lo que funciona y mejorando lo que no. Esto es así tanto en el interior como en el exterior y, a este ritmo, estamos muy ilusionados por ver hacia dónde lleva BMW este diseño.



