La típica rivalidad alemana entre BMW, Audi y Mercedes-Benz suele hacernos olvidar el hecho de que otros fabricantes de otras partes del mundo pretenden dar un mordisco a los mercados que suelen dominar. Por ejemplo, Lexus lleva un tiempo intentando entrar en la fiesta alemana, pero con un éxito limitado hasta ahora. En el segmento en el que el BMW M4 es la referencia, Lexus tiene su propio modelo RC-F para atraer a nuevos clientes.
Y aunque los números del RC-F no sean tan impresionantes en un principio, apreciamos el hecho de que Lexus haya tenido el valor de mantenerlo con aspiración natural en estos tiempos dominados por la inducción forzada. Bajo el capó del coche japonés se encuentra un pesado V8 de 5 litros masajeado para producir 467 CV y 530 Nm a(391 lb-ft) de par. Y aunque la cifra de CV supera a la del M4, notarás que el número de par es ligeramente inferior.
Al mismo tiempo, el RC-F es considerablemente más pesado, inclinando la balanza en 1.840 kg, un par de cientos de kilos más de lo que se dice que pesa un M4. Además, utiliza una caja de cambios convencional de 8 velocidades para cambiar de marcha, que es más lenta que la unidad DCT ultrarrápida de 7 velocidades instalada en el BMW. Incluso con menos potencia, 431 CV, el alemán probablemente dominará al japonés, gracias a su menor peso y a un par motor superior.
Esto es aún más evidente si echamos un vistazo a la hoja de especificaciones, ya que el RC-F alcanza los 100 km/h desde parado en 4,4 segundos, mientras que el BMW M4 hace el mismo sprint unos 0,1 o 0,2 segundos más rápido. Eso si consigues mantener sus ruedas traseras bajo control, ya que el par motor puede sobrepasarlas fácilmente, especialmente en el despegue. Por suerte para estos dos coches de tracción trasera, la carrera de aceleración se realiza desde una salida rodada para evitar todo el dramatismo.