Rolls-Royce es conocido por ofrecer todo tipo de accesorios para sus clientes ultra ricos. Hace un tiempo presentaron un conjunto de bolsas de viaje que costaban más que un coche nuevo. Sin embargo, no esperábamos que trabajasen y presentasen una cesta de picnic. Bueno, supongo que se vive y se aprende, y la empresa con sede en Goodwood parece que no tiene miedo a los retos.
Según los británicos, la cesta de picnic «a medida» se creó para celebrar su colección Zenith. En caso de que no lo haya visto, la insignia Zenith se pegará en los últimos modelos Phantom Coupe y Drophead Coupe que se construyan de la actual generación. Como el Phantom deja de producirse para dejar espacio a un nuevo modelo, la gente de Rolls-Royce ha decidido ofrecer a los clientes que compren los últimos 50 de estos coches algunas características a medida para acompañar su compra.
Entre estos elementos se encuentran enfriadores de champán y soportes en la parte trasera, placas metálicas con mapas de Ginebra o Villa d’Este grabados con láser en la parte trasera de los reposabrazos de ambas puertas y una pieza de la cadena de montaje utilizada en Goodwood para el ensamblaje de estos coches. Básicamente, te llevas un trozo del edificio. Dado que este es el caso de estos modelos Zenith -todos los cuales ya han sido reservados-, ofrecer una cesta de picnic a medida no parece una mala idea, ¿verdad?
No esperamos que los propietarios de estos coches los utilicen, pero sí que los compren. Cada una de ellas estará marcada con el mismo número que el coche que la acompaña. Además, la propia cesta está fabricada con madera de nogal americano y cuero de grano natural. Cada una está acabada en tres combinaciones de colores a juego con el interior de los propios coches. Entre ellas se encuentra el cuero Ardent Red y el ribete de cuero negro inspirado en un Phantom II de 1929; una combinación de cuero Navy Blue y Arctic White que evoca el Rolls-Royce Phantom II original de 1925; o el cuero negro Anthracite con ribete Seashell, que recuerda al Rolls-Royce Silver Ghost de 1911.
Las mesas de picnic en negro piano que se encuentran dentro de la cesta se despliegan sobre bisagras de aluminio fresado. Al igual que los embellecedores de los reposabrazos del interior del coche, las bisagras hacen referencia a la historia de los coches Rolls-Royce, grabadas con las ubicaciones del debut mundial de las versiones experimentales de cada coche: Villa D’Este, a orillas del lago Como, para el 100EX, el progenitor del Phantom Drophead Coupé; y el lago Ginebra, para el 101EX, el coche que se convertiría en el Phantom Coupé.
La estantería interior de cuero y madera de la cesta contiene copas de vino de cristal de plomo, cubiertos de acero inoxidable hechos a mano, servilletas bordadas con el monograma de Rolls-Royce en blanco ártico y una tabla de cortar de nogal americano hecha a mano. Si tiene curiosidad por saber cómo se ve todo esto en persona, puede comprobarlo en el Concurso de Elegancia de Pebble Beach a partir de hoy.
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