En el mundo del automovilismo, los detalles más pequeños pueden marcar la diferencia entre ganar o perder una carrera. Aunque BMW ya no participa en la Fórmula 1, el DTM es igual de exigente en términos de trabajo de precisión. Por lo tanto, en el desarrollo de coches como el BMW M4 DTM sólo se puede utilizar la tecnología más avanzada y precisa.
A finales del año pasado, antes de que se lanzara el nuevo BMW Serie 5 G30, el fabricante alemán publicó un par de fotos de un prototipo que aún estaba en desarrollo. Por aquel entonces, se nos dijo que se había utilizado tecnología de mapeo en 3D para asegurarse de que todas las dimensiones eran precisas hasta el milímetro. Pues bien, esa misma tecnología se utiliza hoy en día para desarrollar el BMW M4 DTM y todo el proceso parece venir directamente del futuro.
La célula de medición óptica totalmente automatizada -única en su género- proporciona el control de calidad perfecto tras el montaje de un coche de carreras. No es necesario señalar lo importante que son estas cosas, sobre todo porque estamos hablando de un auténtico coche de carreras. El proceso de mapeo en 3D garantiza que la compleja aerodinámica funcione tal y como se ha planificado y probado, pero también que se ajuste estrictamente a las especificaciones establecidas en el reglamento.
Para ser más precisos, esta configuración utiliza sensores que tienen una precisión de menos de 100 micrómetros, aproximadamente el grosor de un cabello humano. El diseño de la célula de medición de última generación cuenta con dos brazos robóticos, que pueden moverse libremente y ambos pueden desplazarse lateralmente a lo largo del coche sobre raíles. Esta configuración permite el uso simultáneo de dos robots pequeños y flexibles, cada uno equipado con dos sensores, en un espacio relativamente pequeño. En comparación con los procedimientos anteriores, en los que los robots sólo podían manejar un lado del vagón a la vez, y con un solo sensor, ahora las mediciones tardan aproximadamente la mitad de tiempo y se completan en cuestión de días.
Los sensores registran primero los puntos de referencia y luego escanean campos individuales de unos 80 x 80 cm. A partir de estas mediciones, un ordenador crea automáticamente una imagen tridimensional de todo el coche, que puede compararse con los planos de diseño. De este modo, se pueden identificar y arreglar lo antes posible las posibles diferencias, tolerancias y las más pequeñas discrepancias, para ofrecer a BMW una ventaja sobre la competencia.