El año pasado resultó difícil para varias empresas automovilísticas que pretendían batir un nuevo récord de ventas en el segmento del lujo. En conjunto, el mercado estadounidense bajó por primera vez en siete años, con una caída del 0,2% en el segmento de lujo y un recorte global del 1,8% en todo el sector del automóvil. La batalla en la cima es, por tanto, más feroz que nunca, y BMW ha conseguido este año el segundo puesto en Estados Unidos, superando a Lexus por apenas 553 vehículos.
Las dos empresas básicamente intercambiaron lugares en comparación con 2016, cuando Lexus quedó en segundo lugar, con BMW en tercer lugar. Los bávaros lograron derrotar a la competencia japonesa gracias a un fuerte mes de diciembre en el que las ventas subieron un 4,3% gracias a la popularidad de los nuevos modelos de la Serie 5 y los SUV X1 y X5. A lo largo de todo 2017, BMW vendió 305.685 vehículos, lo que supone un descenso del 2,4% respecto a 2016.
El primer puesto lo ocupó por segunda vez Mercedes-Benz, con unas ventas totales de 337.246 unidades. El fabricante con sede en Stuttgart también registró cifras inferiores a las de 2016, ya que sus ventas se redujeron un 0,9%. Lexus quedó en tercer lugar en Estados Unidos, con unas ventas totales de 305.132, un 7,9% menos. Mientras que las tres primeras empresas mostraron una ralentización de las ventas, Audi consiguió registrar un notable aumento del 7,8 por ciento en total a lo largo de 2017, siendo una de las únicas 7 marcas de lujo de las 13 que operan en el mercado estadounidense que registraron un aumento de las ventas.
La caída de las marcas de lujo se atribuye principalmente al actual cambio de preferencias hacia los SUV y los crossovers y al alejamiento de las berlinas y los coupés, independientemente de su presentación. En 2018 es posible que algunas de estas marcas vuelvan a la carga con la llegada de más crossovers y SUV. BMW, por ejemplo, tendrá el nuevo X2 en oferta y se espera el X7, para atraer a aquellos que buscan el máximo lujo en un paquete más grande.
