Cuando debutó hace dos meses, el nuevo BMW i3s introdujo en el mercado un innovador sistema de control de tracción adaptado específicamente a la entrega de potencia instantánea del sistema BMW eDrive. Presentado por primera vez en el nuevo BMW i3s (270 Nm a 0 rpm, 135 kW / 184 CV), el sistema mejora la tracción y la estabilidad de la conducción en condiciones meteorológicas y de carretera adversas al arrancar, en las fases de regeneración activa de la energía de frenado y al acelerar al salir de curvas cerradas.
El sistema de control tiene una rutina 50 veces más rápida, gracias a que el proceso de control se calcula directamente en la cadena cinemática en lugar de en una unidad remota que requiere largos recorridos de señal.
«Con sus elevados niveles de par y sus respuestas instantáneas a cada movimiento del acelerador, los motores eléctricos ya exigen mucho más a los sistemas de estabilidad de la conducción que las unidades de potencia convencionales», explica Peter Langen, Jefe de Desarrollo de Chasis de BMW.
Por eso, los ingenieros de BMW han desarrollado un nuevo tipo de sistema orientado directamente a las exigencias de la movilidad eléctrica.
El impacto positivo de estos ciclos de control más cortos no está reservado a los coches de propulsión puramente eléctrica; de hecho, este innovador sistema de control de tracción también optimiza la tracción, la estabilidad de marcha y la dinámica de conducción en los vehículos con motor de combustión.
Por lo tanto, se instalará en los modelos de BMW y MINI con tracción delantera, trasera y total para ofrecer una seguridad y un placer de conducción notablemente mayores cuando las condiciones de la carretera dificultan la tracción.