El BMW i3 es el primer coche totalmente eléctrico de BMW producido en serie. Pero definitivamente no es su primer intento. BMW lleva 40 años fabricando coches eléctricos. No siempre fueron buenos, pero resultaron ser una experiencia de aprendizaje.
En 1972, BMW decidió hacer una versión eléctrica, Frankenstein, del 1600. Impulsado por un motor eléctrico de 32 kilovatios (el equivalente a 42 CV), el 1602 eléctrico podía alcanzar las 30 mph en 8 segundos. Sí, eso es 8 segundos a 30. Se necesitaban 772 libras de baterías de plomo para alimentar el débil motor, que es como meter una moto BMW 1000rr y media en el maletero. Tampoco tenía medios de carga, por lo que había que cambiar las baterías para seguir funcionando.
Después llegó la BMW LS Electric, en 1975, que sí tenía un enchufe para cargarla. El único problema es que tardaba 14 horas en cargarse y sólo podía recorrer 19 millas con una sola carga. Impulsado por un motor eléctrico Bosche y 700 libras de baterías, el LS Electric fue un desastre. Pero quizás fue un buen ejercicio de aprendizaje.
En 1987, BMW se tomó en serio el coche eléctrico, por lo que se hizo con un 325xi con tracción delantera y se le quitaron los ejes traseros, haciéndolo con tracción delantera.
Luego, instalaron un motor eléctrico y le dieron nuevas baterías de Asea Brown Boveri. Estas nuevas baterías eran más ligeras y pequeñas, y proporcionaban el triple de potencia que las anteriores de plomo-ácido. El 325xi eléctrico era capaz de recorrer 93 millas con una sola carga y fue utilizado por el servicio postal alemán, así como por otros funcionarios del gobierno.
El primer BMW eléctrico desarrollado desde cero fue el E1.
Creado en 1991, el E1 utilizaba una carcasa de aluminio y paneles de plástico en la carrocería, lo que lo convertía en el verdadero predecesor del i3. Utilizando una nueva batería de cloruro de sodio y níquel, el E1 era capaz de recorrer 160 km con una carga. Desgraciadamente, debido a problemas de costes, el proyecto E1 se desechó por completo.
BMW también probó muchas tecnologías eléctricas diferentes en el Serie 3 E36 a lo largo de su vida.
Durante esta fase experimental, BMW fue capaz de crear un 325i eléctrico que tenía 60 CV y podía cargar hasta el 75% en 40 minutos. En última instancia, sólo eran bancos de pruebas para futuras tecnologías, pero seguían siendo importantes para el desarrollo final del i3.
Después llegaron el MINI eléctrico y el Serie 1 Active E, que ayudaron a impulsar el programa eléctrico de BMW en los tiempos modernos.
Así que, aunque el i3 y el i8 sean coches nuevos y emocionantes, han tardado mucho tiempo en crearse. Así que si disfrutas de un i3 como coche personal, puedes agradecer más de 40 años de práctica por parte de BMW.




