Irónicamente, no fue el Phantom, el Cullinan, el Wraith o el Dawn lo que hizo que la mayoría de los clientes de Rolls-Royce volvieran a por más. Fue el Ghost. Así es, el Rolls menos caro, el construido sobre una antigua plataforma de la Serie 7, era el que más admiraban los clientes de la marca. ¿Por qué? Porque era el más usable. El Ghost es el Rolls que entrega a los clientes los bienes de conducción mientras están detrás del volante y también los mima y consiente cuando están en la parte de atrás. Así que no es el nuevo Phantom o Cullinan lo que más entusiasma a los clientes de Rolls. Es el nuevo Rolls-Royce Ghost.
Para mantener a esos clientes contentos, Rolls-Royce ha tenido que trabajar duro para que este nuevo Ghost sea mejor que nunca. Por ello, Rolls ha puesto todo su empeño en el Ghost, dotándolo de la mejor tecnología que la marca puede ofrecer.
El objetivo del diseño del nuevo Rolls-Royce Ghost era asegurarse de que ofrecía a los clientes la experiencia de lujo más accesible posible. Tenía que ser sumamente cómodo y lujoso para los pasajeros que quisieran relajarse, pero también agradable de conducir para los clientes que quisieran pasar algún tiempo al volante. También tenía que ser utilizable con cualquier tiempo.
Bajo la piel del nuevo Ghost se esconde el mismo chasis de «Arquitectura del Lujo» que sustenta al nuevo Phantom y al Cullinan. Por lo tanto, utiliza un bastidor espacial totalmente de aluminio que es escalable para adaptarse a todas las formas y tamaños. Pero eso es sólo una parte. El nuevo Rolls-Royce Ghost tendrá tracción a las cuatro ruedas, lo que lo convierte en el primer coche (no SUV) del Grupo BMW/Rolls-Royce con tracción a las cuatro ruedas, para poder utilizarlo con tranquilidad en cualquier clima. Además, cuenta con dirección en las ruedas traseras para mejorar la agilidad.
Sin embargo, lo que más enorgullece a Rolls-Royce con el Ghost es su nueva suspensión. El Ghost contará con las mismas tecnologías «Flagbearer» y «Satellite Aided Transmission» que el resto de la gama Rolls. La primera utiliza una cámara para escanear la carretera en busca de imperfecciones y así poder leer la suspensión en consecuencia. La segunda utiliza la información del GPS para indicar a la transmisión en qué marcha debe estar en cada momento, en función de la carretera, para ofrecer la mejor experiencia durante la conducción.
Además de estos dos sistemas, el nuevo Rolls-Royce Ghost también dispondrá de nuevas unidades de amortiguación de la horquilla superior montadas sobre el conjunto de la suspensión delantera. Estas unidades trabajan conjuntamente con los dos sistemas mencionados para ayudar a crear un nuevo tipo de viaje en alfombra mágica. Este viaje de sistemas se denomina sistema «Planar», según Rolls-Royce, y su desarrollo ha llevado tres años. Teniendo en cuenta que cualquier Rolls se pasea como por arte de magia, sólo podemos imaginar lo que supondrá hacerlo más bonito.
Estas nuevas tecnologías harán que el Ghost no sólo sea mejor para viajar, sino también para conducir. Esa no es la misión típica de Rolls-Royce, pero nos alegramos de que haya hecho una excepción con el nuevo Ghost. Estamos deseando verlo.