Los chicos de ALPINA son conocidos sobre todo por dos tonos de color: el azul y el verde. Y es comprensible, ya que esos dos forman parte del escudo de la empresa. Por lo tanto, cada vez que uno ve un ALPINA propiamente dicho con un color diferente, las cosas tienden a ponerse interesantes. Como en este caso concreto, en el que una berlina ALPINA B3 muy especial se ha pintado de rojo Imola, un color que normalmente se encuentra en coches con un caballo rampante en el capó.
Este es probablemente uno de esos coches que se verán en el mercado dentro de unos 20 años, como una «rara pieza de coleccionista», principalmente porque probablemente resulte ser uno de los pocos realizados en este tono en particular. Y tengo que decir que las ruedas ennegrecidas combinan perfectamente. Las llantas también son un poco diferentes al diseño convencional de ALPINA, y en mi opinión, las llantas de estilo turbina siguen siendo el rey en cualquier coche ALPINA.
También se aprecian los tradicionales complementos de estilo ALPINA aquí y allá, como el parachoques delantero y su labio y el mismo tratamiento aplicado en la parte trasera. Las rejillas delanteras también se han ennegrecido y, si te fijas bien, todos los elementos cromados han desaparecido, con cuatro excepciones: los tubos de escape cuádruples de la parte trasera. Yo los habría hecho también en negro, pero supongo que el propietario tenía sus razones para seguir este camino.
El B3 Biturbo es ahora más rápido que la actual generación del M3 gracias a su motor S58 revisado bajo el capó y, especialmente, debido al sistema de tracción total xDrive. Así, los 455 CV y los 700 Nm de par motor pueden aplicarse adecuadamente al asfalto y el coche puede lanzarse como si no hubiera un mañana, haciendo el 0-100 km/h en sólo 3,8 segundos. Ahora esperemos a ver si el nuevo M3 será más rápido.
