Parece que los expertos y los periodistas llevan una eternidad comparando el BMW i3 y el Tesla Model S. Nosotros mismos somos culpables de ello, ya que hemos realizado varias comparaciones de este tipo. Sin embargo, aunque la comparación es comprensible, ya que son dos de los pocos vehículos eléctricos premium del mercado y de los más populares, en realidad no tiene mucho sentido. Son tan distintos que compararlos parece un ejercicio inútil. ¿Así que deberíamos dejar de comparar los dos coches y darnos cuenta de que son vehículos muy diferentes?
La única similitud entre el BMW i3 y el Tesla Model S es que ambos funcionan con electricidad. Aparte de eso, son dos vehículos completamente diferentes que no tendrían por qué ser comparados en un mundo con más vehículos eléctricos. Es como comparar un Volkswagen Golf con un Mercedes-Benz Clase S, la única similitud es que ambos tienen motores. Claro que el Clase S es mucho más bonito y lujoso, pero cuesta una fortuna en comparación con el Golf. Tenemos puntos fuertes y débiles muy diferentes, es lo que quiero decir.
El i3 de BMW es un VE muy pequeño, muy orientado a la ciudad. Sólo tiene una autonomía de unos 114 kilómetros, que es francamente diminuta comparada con los más de 200 kilómetros del Model S. Pero eso no hace que el i3 sea un coche peor, sino que es un coche diferente. El BMW i3 está diseñado para la conducción urbana, utilizando su bajo peso en vacío para darle una autonomía decente y su diseño compacto para que sea fácil de aparcar, conducir y navegar a través de los centros urbanos congestionados.
En su territorio, los centros urbanos europeos están empezando a ser libres de emisiones y/o con impuestos sobre las mismas. Así que el i3 funciona perfectamente en ese tipo de entorno y tiene mucha más autonomía de la necesaria. Además, cuesta menos de 50.000 dólares y tiene ofertas de alquiler muy atractivas, que mucha gente puede permitirse.
Por otro lado, el Tesla Model S es mucho más grande, puede albergar más asientos, es mucho más lujoso y tiene una autonomía que empequeñece la del i3. Está diseñado para ser el EV de los suburbios ricos que no quieren preocuparse por la ansiedad de la autonomía, ya que tienen distancias más largas para viajar.
Pero vas a pagar por ese lujo, ya que el Model S también empequeñece el precio del i3, duplicándolo en algunos casos. Si vives y conduces en los típicos suburbios de Estados Unidos, el Model S es la mejor opción de vehículo eléctrico, ya que ofrece una autonomía similar a la de la gasolina y comodidades de un coche de lujo. Si te lo puedes permitir, claro.
Ambos coches son magníficos, pero elegir uno que sea «mejor» es ridículo porque el i3 podría clasificarse como mejor coche de ciudad que el Model S y lo contrario es cierto en una conducción más suburbana o en el uso de la autopista. Así que realmente creo que es hora de dejar de comparar estos dos coches.
Su precio, alcance, público objetivo y capacidades están tan alejados que es como comparar un VW GTI con un Porsche 911. Claro, ambos son coches deportivos, pero son completamente diferentes en todos los demás aspectos y la comparación tiene poco o ningún sentido. Me parece que lo mismo ocurre con el i3 y el Model S.