El FOMO – Fear Of Missing Out (miedo a perderse algo) – parece ser una de las razones por las que los fabricantes de automóviles están invirtiendo fuertemente en el futuro de la automoción. Y para muchos, ese futuro es sinónimo de conducción autónoma y coches que se conducen solos en las vías públicas. Empresas como Uber ya han trastocado partes de la industria del automóvil y ahora tienen en el punto de mira este nuevo e innovador sector. Así que es natural que fabricantes de automóviles como BMW, Mercedes y Audi estén invirtiendo fuertemente en este campo, a pesar de los enormes desafíos que se avecinan.
«Algunos fabricantes de automóviles han afirmado que están más avanzados de lo que realmente están. Muchos han empezado a darse cuenta de que esto llevará más tiempo», dijo a los periodistas británicos Ian Robertson, jefe de ventas globales de la marca BMW. Dijo que BMW lo sabía «desde el primer día».
Pero el valor del dólar no es el único reto, un obstáculo importante son también las complicadas legislaciones de todo el mundo, que son un impedimento en la estandarización de las características de la conducción autónoma.
«Históricamente, los seres humanos han mostrado una tolerancia casi nula ante las lesiones o la muerte causadas por los fallos de una máquina», dijo Gill Pratt, director general del Instituto de Investigación de Toyota, centrado en la movilidad, ante el público del Salón de la Electrónica de Consumo (CES) celebrado este año en Las Vegas.
La penalización por equivocarse es tan grave que fabricantes como Toyota, Ford y Volvo afirman que se saltarán la siguiente fase importante de la automatización de la conducción, el nivel 3, que permite la desconexión de las manos, pero requiere que el conductor retome el control en cualquier momento. En su lugar, se concentran en alcanzar las fases más automatizadas, los niveles 4 y 5.
La industria automovilística mundial ha gastado 6.500 millones de dólares (5.800 millones de euros) en los últimos dos años en tecnología de conducción autónoma, y se esperan otros 20.000 a 30.000 millones de dólares (18.000 a 27.000 millones de euros) en los próximos cinco años, según estimaciones de IHS.
BMW también ha destinado muchos de sus recursos a la división de conducción autónoma, que ahora se centra principalmente en el modelo iNEXT, que saldrá a la venta en 2021. No se conocen las cifras de inversión de BMW, pero se dice que Daimler gastará 8.100 millones de euros en I+D tanto este año como el próximo, frente a los 7.600 millones de euros de 2016.
[Fuente: Automotive News]