En otro vídeo procedente de Suecia, el reino de las carreras de aceleración de BMW según Youtube, podemos ver un enfrentamiento que no tendría por qué producirse normalmente por la única razón de que un BMW M5 F10 no competiría con un Porsche 911 GT3 RS en cualquier contexto. Las carreras de aceleración de estos dos coches no tienen sentido, como tampoco lo tiene llevarlos a un circuito, ya que pertenecen a nichos completamente diferentes y atraen a grupos demográficos completamente distintos.
Sin embargo, los chicos de GT Board nos tienen acostumbrados a ver todo tipo de carreras de aceleración en su canal, la mayoría de ellas incluyendo modelos de BMW. En esta ocasión, vemos cómo un BMW M5 muy tuneado se enfrenta a un Porsche 911 GT3 RS de serie. La máquina bávara solía sacar 560 CV del vano motor a las ruedas traseras cuando era nueva, pero el propietario tenía otros planes para ella, aparentemente.
Por lo tanto, el motor V8 biturbo de 4,4 litros que se encuentra bajo el capó fue llevado a unos 750 CV, según la descripción del vídeo. La misma descripción nos cuenta cómo se consiguió esa cifra. Se ha modificado la ECU, se ha añadido un nuevo tubo de escape y se han incorporado neumáticos Michelin Sport Cup, por si acaso. En cuanto al Porsche, en esta carrera de aceleración va de serie, lo que no tiene buena pinta al principio.
Si se tratara de un desafío en pista, las cosas habrían sido diferentes, pero en línea recta, la diferencia de potencia es demasiado grande. Sin embargo, aunque el BMW debería haber salido airoso, los experimentos de la vida real demuestran que, en muchas ocasiones, la habilidad del conductor puede hacer o deshacer un gran resultado en una carrera de aceleración. En este caso, un mal cambio de marchas al comienzo deja al M5 en el polvo, tambaleando al Porsche cuando ambos llegan a la línea de meta.