La mayor difusión de los vehículos eléctricos nos brinda una serie de oportunidades. Uno de los temas más interesantes que se debaten en relación con el fenómeno de los vehículos eléctricos es la posibilidad de utilizar las celdas de las baterías situadas en el interior de los coches también para otros fines. Como la tecnología de carga bidireccional. BMW se ha asociado con otras empresas e instituciones para dar vida al proyecto de gestión de la carga bidireccional, que ahora entra en una nueva fase.
El proyecto pretende desarrollar soluciones tecnológicas para la movilidad eléctrica destinadas a diversificar su uso. El objetivo principal es encontrar una forma de interconectar por primera vez los vehículos, la infraestructura de carga y las redes eléctricas de forma que se facilite el mayor uso posible de las energías renovables y, al mismo tiempo, se aumente la fiabilidad del suministro eléctrico. Uno de los problemas que pueden aparecer cuando los vehículos eléctricos se conviertan en la corriente principal podría ser la volatilidad de los voltajes a través de la red debido al elevado consumo de energía que provoca la carga de los coches.
Con la capacidad de carga bidireccional, ese problema podría anularse, ya que las baterías de los VE se aprovecharían para estabilizar la red. BMW ofrece 50 coches BMW i3 para el proyecto y estarán equipados con tecnología de carga bidireccional, lo que significa básicamente que podrán inyectar electricidad en la red siempre que sea necesario. Se espera que las pruebas reales de la nueva tecnología comiencen a principios de 2021.
De este modo, las baterías de los vehículos eléctricos se convertirán en dispositivos móviles de almacenamiento de energía que también podrán suministrar electricidad cuando sea necesario. Integrar el mayor número posible de vehículos eléctricos en la red eléctrica de esta manera exige innumerables innovaciones en cuanto a la tecnología de los vehículos, el hardware de carga, la gestión de la carga, las interfaces de comunicación con los actores del sector energético y los parámetros legales.
Esto no es necesariamente una novedad para BMW. La compañía ha estado probando e implementando métodos de control de carga inteligente en proyectos piloto. Desde hace varios años, la gestión inteligente de la carga para satisfacer las necesidades tanto del cliente como de la red eléctrica ha sido objeto de pruebas prácticas en condiciones cotidianas en California con una flota de más de 300 vehículos eléctricos. Este nuevo paso va a permitir aún más flexibilidad.
Durante los periodos de especial demanda de electricidad, estos vehículos pueden aportar energía adicional a la red, mientras que sus baterías de alto voltaje se cargan principalmente en los momentos en que la demanda general es menor. De este modo, la electricidad procedente de fuentes renovables puede aprovecharse y almacenarse a medida que esté disponible. Y la energía almacenada puede, a su vez, utilizarse exactamente cuando se necesita, ya sea para la conducción eléctrica o para aumentar la capacidad de la red eléctrica. La movilidad eléctrica puede, por tanto, ayudar a estabilizar las redes eléctricas y limitar la necesidad de ampliarlas, manteniendo estables los precios de la electricidad.




